Victoria Henao, quien fue esposa de Pablo Escobar, detalló en su libro «Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar», lo que pasó con el dinero del narcotraficante, luego de que murió a manos del Bloque de Búsqueda y el grupo delincuencial ‘Los Pepes’.
Los primeros en pedirle plata a la viuda fueron los empleados del ‘Patrón, que estaban presos. Entre ellos, alias «Popeye», «Giovanni», «Mugre», «Otto» y «Arete» le hicieron exigencias a la viuda.
Lea también: El quindiano Carlos Lehder fue liberado en Alemania tras 33 años de prisión
Luego, los enemigos de Pablo, por lo menos 40 capos de la droga, le hicieron exigencias que ascendían a los 120 millones de dólares, a cambio de no matarla a ella y a sus hijos.
Los narcos alegaban que debía pagarles por el dinero que se tuvieron que gastar en la guerra contra el jefe del cartel de Medellín y por los daños y perjuicios que este les causó con secuestros, asesinatos, daños a sus propiedades y otras situaciones.
A ella le tocó negociar con los jefes del cartel de Cali, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, en 1994 durante varias reuniones para la entrega de los bienes en sedes del club América de Cali.
Victoria Eugenia Henao afirmó que necesitó de siete abogados y dos asesores contables para armar el listado de bienes con los que iba a pagar lo que los narcos le estaban exigiendo. Al final, en la lista aparecieron poco más de 60 bienes.
Le recomendamos: Popeye, el sicario que buscó tranquilidad en el Quindío, sucumbió ante el cáncer
Además le entregó bienes a los hermanos Castaño, jefes paramilitares. Al «Comandante Chaparro», a Leonidas Vargas y otros temidos delincuentes también recibieron entre otras cosas, grandes extensiones de tierra, aviones, carros de lujo, obras de arte y hasta helicópteros.
La fortuna de Pablo era superior a los 1.000 millones de dólares, según datos de la revista Forbes, que mantuvo al capo entre los 7 mayores multimillonarios del mundo durante 7 años y relataba que tenía propiedades en diferentes países, islas del Caribe y hasta acciones en bancos europeos.
Según Victoria Henao, la mamá y los hermanos de Pablo Escobar buscaron tumbar el testamento que dejó el narco para apropiarse de varios bienes, pero al final el mismo Miguel Rodríguez Orejuela intercedió por ella y sus hijos para que se pudieran quedar con los edificios Dallas, Ovni y Mónaco. La contraprestación por ayudarles fue colaborar en algunas campañas presidenciales.
No obstante, al final, esos edificios quedaron en manos del Estado, reconoció la misma Victoria Eugenia Henao.
Con información: iprofesional.com
Compartir en: