Ante la proximidad del pico de la cosecha cafetera, programado para finales de octubre y comienzos de noviembre, el gobernador del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, destacó que la mano de obra que se empleará es de 10.000 recolectores, para asegurar de esta manera una producción de cerca de 980.000 arrobas de café.
Esto le representaría al Quindío un ingreso de 120 mil millones de pesos, anticipó al confirmar que la recolección se adelanta en 5.646 fincas de los municipios de Armenia, La Tebaida, Montenegro, Quimbaya, Circasia, Filandia y la parte baja de Calarcá.
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“Entre tanto la traviesa, que es una cosecha con menor volumen, se da en la cordillera. En el primer semestre del año la situación es la opuesta, con el mayor volumen en la cordillera y la traviesa en el plan”, explicó el mandatario quindiano.
Precisó que esta cosecha demanda mano de obra y trabajo para los caficultores de la región, por lo que con fecha de corte del 24 de septiembre, se calculó en un 90, el porcentaje de recolectores provenientes del Quindío, mientras que entre los extranjeros, un 3% es de nacionalidad venezolana.
“Para el desarrollo de la actividad se emplean otros sectores como el transporte intermunicipal y veredal, la cadena de suministros agrícola o los almacenes de perecederos. En un mediano plazo se espera que se vean beneficiados negocios de otros sectores, al generar capacidad de compra de diversos productos o servicios”, enfatizó Jaramillo Cárdenas.
Finalmente, se destacó que el sector cafetero es uno de los motores de la economía regional. “Al dotar de empleo, se genera también poder adquisitivo entre la población, que irriga este recurso a través del consumo, en otras actividades relacionadas con la venta de productos o servicios diferentes”, puntualizó.
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