El Gobierno Nacional designó a la directora técnica de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior como gobernadora “ad hoc” para que decida si se clausura o no el único centro en Colombia que le rinde culto al diablo, ubicado en la vereda Aguacatal del municipio de Quimbaya.
El decreto sale tres años después de que el gobernador del Quindío se declarara impedido para tomar la decisión. La asociación templo luciferino Semilla de Luz fue fundado en diciembre de 2015.
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En 2016 empezaron los líos de este templo, pero todo quedó en el olvido durante los últimos años, hasta que el pasado 2 de agosto la Presidencia de la República designó a Beatriz Lorena Ríos Cuéllar, como gobernadora ad hoc.
El templo, que tiene acceso por una difícil ruta desde Montenegro y desde Quimbaya, se ha amparado en el derecho constitucional de la libertad de culto, pero sus críticos argumentan que allí lo que se hace es la negación a cualquier tipo de culto puesto que Lucifer no es considerado una deidad, sino todo lo contrario, razón por la que no se pueden amparar en este derecho.
En 2017, una multa de 206 millones de pesos fue impuesta a este lugar por parte de la Secretaría de Planeación de Quimbaya. Héctor Londoño Villegas, o ‘Víctor Damián Rozo’ como se hace llamar, quien es el representante legal del sitio, al parecer levantó la edificación sin los permisos necesarios.
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De inmediato el líder de este templo inició una batalla en la que aduce que todo se trata de una persecución. Situación que la nueva gobernadora ad hoc, deberá tomar en cuenta para tomar la decisión de cerrarlo o permitir que siga abierto al público.
“Esto no es delito, en Colombia hay libertad de culto según la Ley 133 que reza que el satanismo se exime de la libertad de culto, pero esto no es satanismo, nosotros somos una asociación, no una iglesia”, concluye Londoño para defender su templo.
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