En la instalación del comité de Libertad Religiosa en Armenia la semana anterior se tocó el tema del templo de adoración a Lucifer, ubicado en zona rural de Quimbaya.
Según el pastor Gabriel Beltrán, vicepresidente del comité, en diálogo con Caracol Radio Armenia, de acuerdo con la ley 133 de 1994, que determina lo que es una iglesia o quiénes son las personas que practican una religón o una confesión de fe, el denominado ‘Templo del Diablo’ no cumpliría con los requisitos mínimos para denominarse iglesia, por lo que no podría tratarse ni manejarse como tal. «Va a ser una asociación, una entidad, una ONG, o cualquier otra figura», explicó.
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El alcalde de Quimbaya, Jaime Andrés Pérez, dijo que ante el Ministerio del Interior esta iglesia no está inscrita como tal, sino como asociación, pero se respeta su doctrina y por eso no tiene competencia para decidir sobre la misma, a menos que dejen de pagar la multa por la licencia de construcción, que han venido cumpliendo en un 20%, y que se les impuso por no solicitar dicha licencia en su momento no expidieron.
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