El bus en el que el Boca Juniors llegó al estadio Monumental de Nuñez para disputar la final de la Libertadores 2018, fue apedreado por una turba de desadaptados seguidores de River Plate.
En la pedrera, de la que fueron víctimas los futbolistas xeneizes, varios de ellos resultaron lesionados.
Pablo Pérez, Leonardo Jara, Gonzalo Lamardo, el colombiano Sebastián Villa, Carlos Tevez, Mauro Zárate y Agustín Almedra los más afectados.
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El partido, que se jugaría a las 3 de la tarde de este sábado 24 de noviembre hora colombiana, estuvo inicialmente aplazado por algunas horas, pero ya se conoció que se suspendió definitivamente hasta este domingo 25 de noviembre a las 3 p.m.
Jugadores y directivos de Boca expresaron no querer disputar el encuentro, debido a los jugadores lesionados, y tras horas de deliberación la Conmebol decidió cambiar la fecha del juego.
Tras conocerse la decisión, nuevamente se presentaron desmanes a las afueras del estadio, que impidieron que los aficionados salieran con tranquilidad.
Esta es la final de Libertadores más accidentada de la historia, y es precisamente la primera que reúne a los dos clubes de mayor rivalidad e hinchadas de América, cuyos encuentros los siguen aficionados de todo el mundo.
El primer partido de esta final fue suspendido por la lluvia que cayó en Buenos Aires el pasado sábado 10 de noviembre, y debió jugarse 24 horas después.
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