Atendiendo a los valores del metro cuadrado en el Oriente Antioqueño correspondientes a 2017, apreciamos como Rionegro, la gran beneficiada en cuanto a inversiones institucionales y gubernamentales se refiere, con un 17,8% de valorización no es la que más sube ni tan siquiera la que más alto porcentaje cuenta, viéndose superado por El Carmen de Viboral (21,8) y La Ceja (19,6) a este respecto.
En este listado por tanto se tienen en cuenta otros municipios de la subregión cuyos precios medios resultan atractivos, o bien por su valor ya medido, o por su accesibilidad al mercado, encontrándonos en este grupo con Guarne, que cierra el ranking de los más apreciados con un 12,1% de valorización.
Esta circunstancia, la de fijar su valorización al alza pero sin marcar cotas como las de El Carmen o la capital, hace de Guarne una zona de alto atractivo para el inversor, ya que la tendencia no hace más que anunciar nuevas alzas año tras año.
Pero el atractivo de Guarne no es simplemente estadístico: para que un municipio resulte apetecido, debe ser práctico, encantador y contar con los servicios mínimos y no tan mínimos que hacen cómoda a una localización. En ello Guarne también va bien despachado.
Variedad de oferta como factor clave
Uno de los factores por los cuales los máximos en cuanto a valorización los marca El Carmen y ni tan siquiera lo hace la capital, Rionegro, es que una de las cunas de la artesanía nacional suma el grueso de sus propiedades en torno a fincas y lotes de gran dimensión.
Esto hace que sólo los que tengan los bolsillos bastante acaudalados puedan optar a las mejores propiedades del Carmen de Viboral. No es el caso del pueblo comunero, donde desde fincas a la venta en Guarne, hasta lotes en la Vereda Piedras Blancas pasando por casas en Barrio Alcores nos esperan para que demos con los bienes raíces que mejor se adapten a nuestras necesidades y a la de nuestra economía.
Atractivos por los que competir
Hemos insistido en la supremacía clásica de Rionegro en cuanto a atractivos de la subregión. No es que la Cuna de la Libertad no lo merezca, pero tanta sobreexplotación comienza a jugar en su contra frente a un perfil de inversor que piensa en el largo plazo y en valores como la seguridad y el entorno plenamente natural como mejor impulso.
A este respecto Guarne gana puntos, al encontrarse a mitad de camino entre el entorno plenamente urbano y el plenamente natural. De hecho, su cabecera se encuentra apenas a 25 kilómetros de Medellín y a 15 del Parque Ecológico Arví.
Por lo tanto, una cotización al alza pero con precios aún por despuntar, un entorno competitivo y unos servicios y calidades dignos de pertenecer al Oriente Antioqueño hacen de Guarne el secreto mejor guardado para los inversores con buen olfato.
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