La desnaturalizada madre que golpeó sin compasión con una guadua a su hija de 11 horas de nacida, había ocultado su embarazo y tras el parto quería seguir ocultando a la bebé, pues según ella, la habían amenazado con quitarle a su otra niña de 7 años si volvía a quedar embarazada.
Así se lo aseguró la ciudadana, de 21 años de edad y oriunda del municipio de Córdoba, al diario La Crónica del Quindío, que en sus páginas relata que dio a luz en el baño de la casa y que tras el alumbramiento lo único en lo que pensaba era en ocultar a la bebé de su padrastro.
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Según las autoridades esta mujer intentó enterrar a su niña y por ello la pequeña tiene problemas respiratorios, pues hay partículas de tierra en sus pulmones, pero la mujer dice que eso nunca pasó y que ella después de golpearla se la llevó para la habitación y una vez allí el padrastro las vio. «Yo le dije que me la había encontrado, entonces él me sugirió que la llevará al hospital”.
Fue ya en el hospital San Roque, de Córdoba, donde las autoridades comprobaron la real situación, pero no la capturaron, pues según explicaron, no la habían sorprendido en flagrancia. Agregaron que en las próximas horas, se expedirá la orden de captura pues la ciudadana está bajo vigilancia y será procesada por el delito de tentativa de homicidio..
Entre tanto la mujer dijo que se siente muy arrepentida de lo que pasó, pero sigue sin querer hacerse cargo de la criatura. Sin embargo, sí espera que Bienestar Familiar le permita quedarse con su otra hija de 7 años.
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“Yo le rezo mucho a Dios para que se salve, pero yo no quiero tenerla. Mi hermana, que vive en Pijao, me dijo que ella y el esposo podían hacerse cargo. Me siento con mucho miedo, no puedo salir de la casa porque me dicen cosas y me amenazan, además me quitaron a mi niña grande y eso me tiene muy triste. Lo único que quiero es que me la devuelvan”, dijo para La Crónica del Quindío.
Agregó que espera que no la metan a la cárcel y que el papá de la bebé es una persona que no tiene por qué saber que ella estaba embarazada y que no se va a enterar nunca. «Yo estoy segura que el papá tampoco la quiere”.
Tanto la bebé como su hermanita mayor se encuentran bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
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