Son varias las intersecciones de la ciudad en las que quienes regulan y administran el tráfico vehicular y peatonal son habitantes de calle y no agentes de tránsito, debido a que estos últimos están generalmente ausentes cuando el alto tránsito vehicular por la ciudad los requiere.
Lo paradójico del asunto es que los agentes de la Secretaría de Tránsito y Transporte de Armenia, -Setta-, hacen retenes permanentemente para imponer variados y criticados comparendos, pero pocas veces ejercen su función principal de administrar el tráfico para que fluya de manera eficiente por la capital quindiana.
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Los indigentes vieron en esta falta de autoridad una oportunidad para ganarse unas cuantas monedas que los conductores les regalan por ayudarlos a transitar en horas pico por los sitios más neurálgicos de Armenia, todo con la complacencia de los mismos agentes de tránsito y de la Policía, que ven a los improvisados reguladores y no hacen nada al respecto para mejorar la siuación.
El portal periodismoinvestigativo.com.co reveló que Setta solo cuenta con 50 guardas de tránsito que se reparten en 3 turnos, lo que da un promedio de 15 reguladores para toda la ciudad, teniendo en cuenta los que salgan a vacaciones, las incapacidades médicas, permisos y los que atienden cuestiones en las oficinas o llamados de la ciudadanía por derechos de petición.
Además se deben tener en cuenta los accidentes de tránsito, que requieren hasta de dos agentes por periodos que van desde 3 horas hasta todo el día, lo que deja a la ciudad aun más descubierta si tenemos en cuenta que al día en promedio son 10 accidentes los que ocurren por toda la ciudad.
Lo curioso es que a diario se ven retenes en los que participan no menos de 5 guardas, dejando descubiertos lugares que de verdad los necesitan. Pareciera ser que los agentes tuvieran qué cumplir con alguna cuota de comparendos y por ello se dedican a realizar retenes para pescar conductores incautos y multarlos por cualquier situación que incluso podría ser resuelta sin la multa económica.
Y es que a 180gradosquindio.com han llegado ya varias denuncias de cómo algunos de estos funcionarios buscan por todos los medios aplicar multas a los conductores en la ciudad, mientras en sectores neurálgicos donde es necesaria su presencia, poco se les ve.
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Según algunas de las denuncias, los agentes se dedican a multar sin siquiera pensar en recurrir a métodos pedagógicos cuando la infracción no amerita un comparendo. Es el caso de algunos conductores que han denunciado que al tener sus documentos en regla, así como el extintor y el equipo de carreteras, los guardas los han multado por motivos tan imprevisibles como tener alguna parte de sus vehículos pintada de otro color al que dice la tarjeta de propiedad, aunque el resto del vehículo conserve el color original; quitar los asientos traseros de una van o un automóvil para cargar cajas o mercancia; o hasta estacionarse para contestar una llamada urgente.
“Si bien es cierto que algunas normas deben ser de estricto cumplimiento, otras podrían ser aplicadas de manera pedagógica y no buscando la sanción económica. Ese es el deber de todo funcionario público, primero enseñar y luego sancionar, pero en Armenia parece que a los agentes solo les interesa poner comparendos económicos”, expresó un exmiembro del Instituto Departamental de Tránsito del Quindío, que pidió ocultar su identidad.
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