El departamento del Quindío sigue siendo uno de los más visitados del país, pero precisamente ese alto flujo de turistas en cada temporada ha llevado a que se evidencien problemas en la capacidad de albergar a estos miles de visitantes.
Aunque hay infraestructura hotelera, lo cierto es que en materia de vías y transporte el departamento no cuenta con los mecanismos para responder a la demanda que el turismo acarrea.
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Si a eso le sumamos que no hay nuevos atractivos, se proponen algunos como el teléferico en Salento y el parque de las Aguas en Montenegro, pero al final estos proyectos se quedan sin dolientes, es posible que el departamento no pueda sostenerse por mucho tiempo dentro del ránking de los más turísticos del país.
Esta problemática fue incluso evidenciada por el diario El Tiempo, que en sus páginas publicó un artículo en el que se refiere al caos de la Semana Santa en el Quindío.
En el informe, titulado la encrucijada del turismo en el Quindío, el diario capitalino hace referencia a que «pese a las advertencias de la Procuraduría regional, las vías de acceso a Salento y al valle de Cocora no dieron abasto y las filas de vehículos eran interminables, una situación que se ha vuelto repetitiva en los últimos años.
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Según datos del comandante de la policía Quindío, coronel Luis Hernando Benavides, la mayor congestión del departamento se registró en la vía de acceso a Salento, “ingresaron más de 8.000 vehículos, el municipio tiene una capacidad como para 3.000”.
El año pasado, el viernes santo ingresaron 5.600 vehículos a Salento y en 2016 la cifra fue de 8.858 vehículos según datos del Observatorio de Turismo de la Cámara de Comercio de Armenia.
El presidente de esta entidad gremial, Rodrigo Estrada había dicho unos días antes de la Semana Santa, que era necesario tomar medidas para la movilidad en ese municipio y que una solución podría ser el estudio de capacidad de carga, del que se habla desde hace años pero con el que aún no se cuenta.
Incluso, en Salento tuvieron que restringir por unas horas el ingreso al valle de Cocora pues la vía estaba bloqueada por los cientos de vehículos que intentaban llegar hasta la zona.
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Para el ambientalista Néstor Ocampo, esta situación pone en evidencia que la certificación como destino turístico sostenible que recibió hace pocos días Salento “es una mentira, un engaño. La certificación se logra por cumplir con el 100 % de los requerimientos establecidos por la Norma Técnica Sectorial Colombiana -NTS TS 001-1-, pero de verdad alguien cree que todo eso se está cumpliendo en Salento, Filandia y Pijao, y que son destinos turísticos sostenibles”.
Cabe recordar que estos tres municipios recibieron el pasado miércoles la certificación como destinos turísticos sostenibles por parte de Icontec, entidad que otorgó este sello de calidad a las tres poblaciones después demostrar “desarrollo turístico bajo un equilibrio entre lo económico, ambiental y sociocultural”.
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En el otro lugar donde se vivió un viacrucis fue en la terminal de transporte de Armenia. Allí miles de personas buscaban tiquetes para Cali, Ibagué y Bogotá, principalmente.
El director operativo del terminal, Humberto López señaló que “el problema más grande fue en la ruta Armenia – Bogotá y Armenia- Ibagué, incluso hubo gente esperando su transporte desde el sábado y fue imposible, no habían tantos vehículos disponibles”.
Informó que el sábado se movilizaron por esta terminal 23. 500 personas y el domingo otras 24.000.
El concejal de Armenia, Diego Torres afirmó que además del mal servicio prestado por algunas empresas de transporte se sumó “la mala logística del terminal de transporte pues el número de pasajeros superó las expectativas de dicha entidad y no se contó con un plan de contingencia en detrimento del buen nombre de este departamento como destino turístico”, y agregó que propondrá un debate en el Concejo Municipal para buscar que las entidades mejoren sus servicios para la próxima temporada de vacaciones.
Con información diario El Tiempo
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