En algunas viviendas del caserío ubicado en la vereda El Laurel de Quimbaya, las aguas negras se están devolviendo por los sanitarios y sifones. La comunidad ha pedido hace 10 años que les ayuden con los problemas de alcantarillado, pero hasta el momento no los habían escuchado.
Por esta razón decidieron este domingo realizar una marcha desde la vereda hasta el sector de Santana en la carretera Montenegro – Quimbaya, con miras a ser escuchados por la alcaldía del municipio y la gobernación del Quindío.
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Y es que el sistema de desagüe colapsó y los olores nauseabundos invaden las casas. Juan Manuel Mambuscay, líder comunal de la vereda, explicó que la situación pone en peligro de salud a niños y adultos del sector. La problemática atrae mosquitos, ratas y cucarachas.
En medio de la manifestación funcionarios de la alcaldía municipal se hicieron presentes y empezaron a trabajar en la solución del problema. Horas después el alcalde Abelardo Castaño también llegó al sitio y se evidenció que el problema es bastante grande y se requerirá inversión en el alcantarillado para repararlo.
El mandatario se comprometió a seguir buscando una rápida solución a la situación, por lo que los habitantes de El Laurel esperan que muy pronto se acabe un problema con el que han lidiado por 10 años.
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