El plazo que tenía la Alcaldía de Armenia para recuperar el espacio público, tras fallo judicial que lo ordenaba, se cumplió el pasado sábado. El alcalde de la ciudad ha realizado diferentes acciones para darles a los vendedores ambulantes un lugar a dónde ejercer su actividad comercial de manera legal, en el Centro Comercial Armenia, pero nada de esto ha servido para que muchos de ellos desalojen las calles y cumplan con la ley.
Este lunes 2 de octubre de 2017 incluso las calles de Armenia lucían custodiadas de agentes del Esmad, quienes pretendían hacer cumplir las normas, pero una vez los uniformados se fueron, las calles volvieron a ser ocupadas por los vendedores que no quieren cumplir con la legalidad, según ellos, porque en el centro comercial no van a vender lo mismo.
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La situación no solo pasa por la falta de conciencia ciudadana de estos vendedores que ya no pueden alegar que no tienen un lugar donde trabajar, sino también por las personas que les compran sus productos en la calle, estimulando la ilegalidad.
El fallo que ordena recuperar el espacio público:
El pasado 30 de junio de 2017 se inició el traslado de vendedores de productos perecederos a la plazoleta de la Quindianidad y de vendedores de cacharro al centro comercial Armenia, como cumplimiento de una sentencia del Juzgado Segundo Administrativo Oral del Circuito de la capital quindiana, que ordena la reubicación y organización de los vendedores ambulantes para despejar el espacio público y proteger los derechos colectivos y de medio ambiente de los armenios y que concluyó en la noche del 29 de junio.
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El traslado de los vendedores ha sido un proceso tortuoso, con socializaciones, solicitudes y diálogos para que obedezcan la ley. Muchos de ellos, ya lo han hecho, y ahora cuentan con un espacio seguro y acorde para su actividad, en el centro comercial Armenia, que además ha sido adecuado con establecimientos ancla, como algunos de recaudo de servicios públicos, para estimular y garantizar el flujo constante de posibles compradores en el sitio.
El espacio público de los armenios debe ser recuperado como lo ordenó el fallo judicial, y aunque el alcalde de la capital quindiana ha sido cordial con los vendedores, no se le puede juzgar si recurre a la fuerza ante los desadaptados vendedores que siguen con su testarudez de continuar en la calle a pesar de que ya tienen un lugar dónde trabajar.
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