El pasado 24 de diciembre el presidente Iván Duque fijó el aumento salarial de los congresistas en un 5,12%, es decir que el sueldo de los legisladores pasará de $32’741.000 a $34’417.000. Es decir 1’707.00 pesos mensuales más.
Por si fuera poco, el decreto con el que se hizo este incremento tiene efectos fiscales desde enero de este año, lo que quiere decir que los 280 parlamentarios recibirán un retroactivo por cerca de $20 millones que corresponde a los 12 meses de 2020.
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A pesar de que el Centro Democrático y el Partido de la U manifestaron rechazo al aumento para darlo en donación, es bien sabido que estos mismos partidos han ayudado a hundir varios proyectos de ley que buscaban hacerle frente a la indignante situación de los salarios y ayudas económicas a los congresistas.
Algunos de los proyectos que no prosperaron fueron la reducción de los salarios o la renuncia a los 14 millones de pesos de pagos por representación en plena pandemia del Covid-19, donde no hubo ni siquiera sesiones presenciales.
El año pasado no se pudo debatir la congelación del salario de los congresistas, ya que los 38 representantes de la Comisión Primera de la Cámara donde se discutía la ley se declararon impedidos. Ese hecho generó una modificación al régimen de conflictos de interés que determinó que los congresistas solo se pueden declarar impedidos si una norma los beneficia, mas no si los afecta.
Este tema ha generado bastante indignación en redes sociales, pues el anuncio además de hacerse en medio de una pandemia que ha golpeado fuerte la economía del país, se hace ante la discusión actual sobre el alza del salario mínimo en Colombia del que se especula no incrementaría más del 3,5%, una cifra ínfima ante la ganancia de los congresistas.
Además en enero los congresistas volverían a recibir un nuevo aumento de salario ¡Hágame el favor!
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