Theresa May, Primera Ministra Británica, siempre ha querido tener el control de la situación: pero nunca ha sido así. La separación de la Unión Europea y el Reino Unido, lo que se conoce como Brexit, cada vez está más cerca: pero aunque la fecha del final del Brexit está programada para el día 29 de marzo todavía no hay nada claro. La situación hace pensar que tengan que haber prórrogas de las negociaciones.
Así lo ha manifestado May, quiere más negociaciones. Pero los políticos de la UE no parecen estar dispuestos a ceder a esta petición tan fácilmente. La UE pide garantías de que estas nuevas negociaciones servirán para algo: tal vez, para poner fin a una separación y que ambas partes salgan bien paradas.
Aunque May haya apurado al máximo los plazos, los europeos no las tienen todas consigo: el Parlamento ha vuelto a rechazar el plan del Brexit de Theresa May, con 391 votos en contra frente a 242. La Primera Ministra británica había cedido de forma parcial en temas del backstop, la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte y el mayor problema al que se enfrenta este divorcio, pero parece no haber sido suficiente para los políticos de la UE.
Theresa May se queda sin argumentos, en cada negociación su discurso es el mismo y los políticos de la UE se están quedando sin paciencia. Según sus declaraciones en medios de comunicación, quieren poner fin a esta incertidumbre. Así lo quieren también los ciudadanos británicos: el descontento se ha apoderado de la sociedad británica y muchos de ellos han cambiado de opinión respecto al Brexit. De hecho, los números apuntan a que, de haber una nueva votación sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, el país seguiría siendo parte de la UE. Pero las cartas ya están echadas; y el proceso, en curso.
Los medios de comunicación británicos no se muestran muy optimistas: anuncian el número de diputados conservadores que votarían esta vez por el plan de May, aunque hubieran votado en contra anteriormente.
La inestabilidad ha hecho que el mercado financiero tenga mucha volatilidad, sobre todo los instrumentos de países de la Unión Europea y del Reino Unido. El Brexit, junto a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, hace que sea uno de los momentos más inestables de algunos instrumentos. Sin embargo, hay instrumentos que siguen siendo interesantes para el trading: ese es el caso de acciones de algunas industrias. Las acciones de empresas ajenas a la situación, se llevan la mayoría de operaciones de trading. Mientras tanto, la libra espera el acuerdo entre Londres y Bruselas para volver a ser una de las protagonistas del trading.
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