La delincuencia desbordada en el Quindío no parece ser culpa de la policía o de las autoridades administrativas, sino de la permisividad total de los jueces, quienes no hacen más que dejar libres a los criminales, sin importar su peligrosidad y a pesar de los esfuerzos de los uniformados por capturarlos.
Es el caso de los tres ladrones que este martes 22 de diciembre se robaron un camión con 66 cerdos en la vereda Barcelona Alta de Circasia, y que tras secuestrar a su conductor y luego dejarlo abandonado y amarrado en en sector de Chagualá en Calarcá, huyeron hacia el Valle del Cauca, donde fueron capturados entre Sevilla y Bugalagrande.
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Tras la audiencia de legalización de la captura, una Juez con función de control de garantías consideró que esta captura fue ilegal, porque, según relata en su facebook el portal periodismoinvestigativo.com.co para la togada no hubo flagrancia.
O sea que a los delincuentes hay que atraparlos en el momento en que estén asesinando o robando, pero no se pueden detener después de que ya han emprendido la huída.
Es así como los tres sujetos quedaron en libertad. Casos como este se repiten a diario y la indignación de la ciudadanía va en aumento.
Hace solo una semana, el sicario que atentó contra una mujer y un niño de 9 años en el barrio La Isabela de Montenegro el pasado 14 de diciembre, quedó también libre por casi las mismas razones, y a pesar de que todas las evidencias apuntan a que fue él quien casi asesina a un menor de edad al que le propinó 3 disparos.
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