Texto: Diego Alejandro Arango Hernández
El 12 de octubre de 1903 se fundó el municipio de Génova mediante la iniciativa de Segundo Henao junto con un grupo de valientes exploradores que llegaron a este territorio antes habitado por Pijaos, guerreros que habían sido sepultados con la llegada de la corona española.
Para el año 1937 por medio de la ordenanza número 10, la Asamblea de Caldas aprueba la creación del nuevo municipio. Años después, en un debate en el Congreso de la República se decidió crear el departamento del Quindío con vida administrativa el 1 de julio de 1966, y Génova quedó situado en este departamento.
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Esa es la historia del nacimiento de Génova, un bello municipio que se encuentra entre hermosas montañas, bordeado por sus tres ríos: San Juan, Rojo y Gris, que lo hacen una población autosuficiente en agua, con gran extensión en biodiversidad, que combinan armónicamente con su agronomía y cultura cafetera.
Un municipio en el que se respira café, tranquilidad y esperanza, con gente trabajadora y ‘berraca’, que al primer contacto con el visitante demuestran la cordialidad del campesino.
Llegar a esta municipalidad es toda una aventura entre cafetales, cordilleras y naturaleza, que permite que sea realmente un viaje al corazón del Quindío a 52 kilómetros de la capital, Armenia.
Al llegar a estas montañas se encuentra el «Eco-parque ilusión» que adorna la entrada del municipio con su majestuosa casa en el árbol y sus hermosas cabañas; seguidamente vemos un gran aviso de «Yo amo Génova» que le da la bienvenida al visitante de la casa museo Plaza Café, Una combinación de arqueología, buena atención y excelentes comidas alrededor de todo un proyecto cultural y social con los niños vecinos de este sitio emblemático para la comunidad.
El primer contacto que se tiene entre sus callecitas es la típica arquitectura de la colonización, con su imponente iglesia construida en la décadas del cuarenta y cincuenta. Este es, desde mi apreciación, el templo más bello del departamento.
Al llegar al parque principal nos encontramos rodeados de cultura, tradición y sabor, con varios puntos para tomarse un buen café exquisito, en lugares recomendados como «Encuentros», donde serán atendidos por sus propietarios Martha Celemín y su esposo Jaime, que han posicionado una de las mejores tazas de café en el Quindío. También nos encontramos a las mujeres cafeteras, creadoras de «Aroma de campo», el único café dentro del parque. A un costado está además el café de la montaña «Kanol» y «Rivers coffe» sitio agradable para observar toda esta cultura alrededor de la caficultura y los jepps willys.
Sin duda hay lugares para recomendar a inversionistas y visitantes alrededor de las tradiciones, como la emblemática Villa Gloria, la agradable Rivera Babilon o el bello San Antonio del río y sus cabañas.
Génova es, gracias a su extensión territorial, el segundo municipio más grande del departamento, y el motor de su economía está en las manos del campesino. Una localidad con vocación agrícola con suelos ricos y apropiados climas, que permiten no solo producir uno de los cafés más suaves del mundo, sino además de un muy buen plátano, cítricos y todo tipo de productos de la mejor calidad. Es así como este municipio es llamado por muchos la «Despensa agrícola del Quindío».
Es el campesinado genovés el que con sus manos ha forjado y sostiene el Génova que conocemos, desde la oscuridad siempre han dado la luz de la claridad con su constante y arduo trabajo, gracias a su gente querida hoy 12 de octubre podemos decir Feliz Aniversario Bello Rincón Quindiano, Estrella Hídrica del Quindío, Pueblito Paisa del Quindío, Noble Pueblo Amable, donde los ríos engalanan con su sonido la tranquilidad de sus calles, habitado por pobladores pujantes, trabajadores y perseverantes.
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