Saltar al contenido

Explosión en restaurante escolar en Circasia puso en evidencia que trabajadoras no tienen seguridad social

Hacia las 8:30 de la mañana de este miércoles 27 de septiembre de 2017, explotó una olla a presión en la Institución Educativa Henry Marín Granada de Circasia.

El estallido produjo, además de graves daños materiales, lesiones leves a algunas de las manipuladoras de alimentos que trabajan en el lugar, quienes de inmediato fueron trasladadas al hospital de la localidad, donde les indicaron que no aparecían en los registros del Fosyga, lo que demuestra que no les están cancelando su seguridad social como correspondería a todos los trabajadores colombianos.

Lea: “Alimentación escolar no tiene controles”, niños encuentran hasta ganchos de cosedora en sus alimentos

De inmediato un profesor de la institución, y miembro del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Quindío -Suteq- realizó un video en el que denuncia la situación en la que se encuentran estas trabajadoras y pidió a las directivas de su sindicato realizar todas las acciones y denuncias al respecto.

«Es de recordar que el Programa de Alimentación Escolar -PAE- en los municipios quindianos es responsabilidad de la Secretaría de Educación Departamental de la Gobernación del Quindío, y que este tipo de situaciones en las que las trabajadoras no cuentan con seguridad social, no deberían presentarse bajo ninguna circunstancia.»

El PAE está siendo administrado por un operador al que la Secretaría de Educación le otorgó el contrato, pero ya en días pasados se había presentado un paro de manipuladoras de alimentos porque el operador les adeudaba varios sueldos y el pago de su seguridad social.

Lea: Defensoría del Pueblo pidió suspender Jornada Única Escolar en el Quindío por paro de manipuladoras de alimentos

La presidenta del Suteq, Luisa Fernanda Ospina Madera, de inmediato elevó su voz de rechazo a esta situación y denunció que no solo es la fata de pago de seguridad social a las trabajadoras, sino también las precarias condiciones en que trabajan, con herramientas y utensilios en mal estado y a veces en infraestructuras inadecuadas para su labor.

Estos restaurantes escolares son fundamentales para la aplicación de la jornada única, un programa que ha sido muchas veces rechazado y señalado por los docentes, a causa de «que no está bien diseñado y fue implementado de manera improvisada, atentando contra la seguridad alimentaria y la calidad educativa de los niños».

Compartir en: