La contaminación del río Quindío en el sector de Boquía ha obligado a las autoridades ambientales y administrativas a intervenir y crear políticas que de choque frente al tema.
La problemática es cada vez más grave si se tiene en cuenta que el este afluente surte de agua los acueductos de varios municipios quindianos entre los que se encuentran la capital del departamento.
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La Corporación Regional del Quindío -CRQ- con la alcaldía de Salento indicaron que van a establecer los parámetros para suspender los permisos para construcciones en el sector. Así mismo se va a trabajar con las Empresas Públicas de Armenia -EPA- en el mantenimiento de la planta de tratamiento del sector, para mitigar un poco los vertimientos que caen a las aguas del río.
Igualmente, en el foro del agua realizado en Armenia se trató el tema y se examinó la problemática de los asentamientos humanos legales e ilegales en el sector de la bocatoma.
La calidad del líquido se ve afectada además por las actividades productivas sin control. De acuerdo con el mapa de riesgo hay 374 actividades de las cuales 140 son ocasionadas por viviendas de invasión.
El problema es aun mayor si se tiene en cuenta que las viviendas de invasión construidas en esta zona están en situación de alto riesgo, por lo que ninguna entidad estatal podría realizar inversiones como la construcción de alcantarillados para estas personas.
Además “cualquier vertimiento que se haga a la cuenca debe tener permiso de la autoridad ambiental, que no está dispuesta a concederlo debido a que está en la bocatoma».
La conclusión a la que se llegó es que se deben tomar medidas urgentes para frenar las construcciones en este sector, además de realizar mantenimiento a la planta de tratamiento para disminuir las cargas contaminantes y la búsqueda de que la administración municipal de Armenia compre predios en Boquía, para destinarlos a la conservación del recurso hídrico, con lo que se erradicaría la totalidad de los vertimientos sobre el río Quindío.
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