La idea nació de cuatro amigos y fue hecha por un cerrajero donde le agradecen a la ‘delicia dorada’ por ayudar al progreso de la región.
En 2005 cuatro amigos decidieron rendir homenaje a la empanada, que según los habitantes de Caicedonia, ha sido un producto insignia del municipio, cuyo aporte a la economía de los hogares es fundamental.
Los impulsores de este singular tributo fueron Alberto Villa Vélez, un reconocido líder de la región; Edilberto Ramírez de la Pava, médico de la localidad; Gabriel Echeverri Isaza, comerciante de fármacos y Pedro Nel Pinzón, teniente de bomberos.
En contexto: La primera multa en Colombia por comprar comida a un vendedor ambulante se aplicó en Armenia hace un año
Luego de tomar la decisión, los cuatro amigos decidieron contratar a don Tulio Agudelo, cerrajero y ornamentalista metalúrgico caicedonita que se dio a la tarea de darle forma a la idea.
Don Tulio y su hijo Marco al final esculpieron a pinta de soldadura, segueta y pintura, la obra que finalmente costó 300 mil pesos.
La ‘Mona’ como es conocida la escultura, fue instalada en el parque recreacional del municipio. Een su base una leyenda explica el significado que tiene para los caicedonitas: «Amarillísima y amadísima empanada; serás nuestra pasión, porque te comimos, te comemos y siempre te comeremos».
Con los acontecimientos de los últimos días, en los que un joven fue multado por comprar una empanada en Bogotá, y se rumora que una mujer fue también sancionada por preguntar cuanto valía una empanada, mientras un vendedor fue castigado en medio de un operativo por vender empanadas: el monumento ha cobrado furor y se espera que empiece a recibir muchos más visitantes que los que ha tenido en estos 13 años.
Muchos de esos visitantes serán seguramente, ciudadanos que estarán en contra de las multas por comprar empanadas en la calle.
Con información: bluradio.com
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