El ahora exgobernador del Quindío, Carlos Eduardo Osorio Buriticá, salió de su mandato y casi de inmediato recibió la mala noticia de que el obispo de Armenia, Carlos Quintero Gómez, lo suspendió de manera indefinida.
El exmandatario no podrá celebrar sacramentos, ejercer la dirección espiritual o dar catequesis. «Se le prohíbe al clérigo el ejercicio de derechos que le corresponden por su potestad de orden», dice la carta hecha pública por el obispo este viernes 3 de enero.
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Se ha conocido que el castigo se debe a que el Osorio Buriticá desobedeció la prohibición que tienen los sacerdotes católicos de acceder a cargos públicos.
En su cuenta de Twitter el cura expresó: «Cuando decidí presentarme como candidato a la gobernación del Quindío lo hice porque, a conciencia, consideré que era lo correcto por el bien del departamento. Como consecuencia, respeto y asumo la decisión de Monseñor, quien es sucesor de los apóstoles y les debo obediencia».
Investigaciones en Fiscalía y Procuraduría
La suspensión de su ejercicio como sacerdote es tal vez el menor de los problemas que tiene ahora el exgobernador del Quindío, pues la Fiscalía indaga una versión según la cual dineros de la valorización de Armenia habrían sido usados en la campaña que llevó a Osorio Buriticá a la gobernación.
De otro lado la Procuraduría también lo investiga por un contrato para la implementación del Sistema Integrado de Emergencia y Seguridad -Sies- y la Línea de Emergencia 123, cuyo valor asciende a 2.360 millones de pesos.
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Además el pasado 19 de diciembre la Procuraduría solicitó a su administración suspender cinco procesos de contratación directa, por casi 3 mil millones de pesos, para arreglo de la malla vial e interventorías, por una presunta vulneración al ordenamiento jurídico y eventual defraudación del patrimonio público.
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