Un Juez Penal con función de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra Rosalba Marín Montes y su hija Maricela Ruiz Marín, las mujeres señaladas de asesinar, descuartizar y desaparecer el cuerpo de doña Betty Vallejo Reyes, de 58 años de edad.
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Las presuntas asesinas fueron imputadas por los delitos de homicidio agravado y desaparición forzosa en audiencia de legalización de captura realizada este sábado 5 de diciembre.
Pese a que Rosalba y Maricela confirmaron la ubicación del cuerpo de la víctima, no aceptaron cargos en el momento en el que el Juez encargado del caso les preguntó.
Rosalba Marín reveló que desmembró el cuerpo de la dueña de la casa donde vivía, lo metió en dos bolsas de alimento para perros y lo puso debajo de la cama para, al otro día, llevarlo en un carrito de mercado hasta el sitio donde le pagó a un hombre 50.000 pesos para que lo enterrara.
Según su historia, ella le dijo al hombre que lo sepultó, que se trataba de unos perros que se le habían muerto, además señaló varias veces que su hija Maricela no sabía nada del hecho.
La mayor de las asesinas es oriunda de Villa Garzón, Putumayo, mientras que su hija es de La Tebaida. Ambas fueron capturadas el 3 de diciembre, luego de que hubieran huido poco después de cometer el crimen el 8 de septiembre. Las mujeres fueron ubicadas en una finca en Palestina, Caldas y en el barrio Cuba de Pereira.
Asesinas seriales
De acuerdo con la Fiscalía, durante la investigación contra estas criminales, se pudo establecer que Rosalba Marín Montes estaría involucrada en la desaparición de al menos 3 personas más, entre ellas su propio tío, identificado como Marco Marín, en el corregimiento de Corozal, en Zarzal, Valle del Cauca; un menor de edad con problemas cognitivos hijo de la misma Rosalba; y la bebé Danna Guadalupe Cardona Vera, de solo un año de edad en Bogotá.
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Además, habría intentado asesinar con un ladrillo a una anciana de 85 años el pasado mes de Noviembre mientras buscaba esconderse de las autoridades.
Según el ente acusador, se ha podido establecer un patrón común entre algunas de las desapariciones, pues tres de las víctimas, Marco Marín, Betty Vallejo y la adulta de 85 años, fueron personas que les arrendaron viviendas a las homicidas.
Además Rosalba dijo que a doña Betty se la habían llevado hombres armados que llegaron a su casa para increparla por problemas de dinero. El relato es parecido al que dio cuando fue interrogada por la desaparición de la niña de un año en Bogotá, donde manifestó que hombres armados se la habían llevado en una camioneta.
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