Autoridades pidieron a la ciudadanía abstenerse de compartir el vídeo aberrante en el que se ve a una niña de unos 6 años de edad, siendo abusada sexualmente por un hombre, que al parecer sería su tío.
Si en verdad lo que se quiere es proteger la integridad de los niños, lo lógico es que quien reciba el vídeo denuncie el hecho de inmediato a las autoridades, señalando el número de celular del que se lo enviaron y cortando la publicación de imágenes de este tipo no compartiéndolas a nadie.
A pesar de que eso es lo que cualquier buen ciudadano razonablemente haría, no se entiende cómo muchas personas con el pretexto de que hay que compartir el vídeo para hallar al culpable del abuso, no han escatimado en enviarlo a grupos numerosos, por lo que las imágenes ya se han hecho virales y han llegado incluso a llamar la atención del presidente Juan Manuel Santos quien pidió a través de Twitter romper la cadena de la pornografía infantil.
El vídeo, que parece haber sido grabado en Venezuela, dado el acento de la pequeña víctima, está siendo compartido indiscriminadamente por personas que no se fijan en el daño que están haciendo no solo a la menor de edad, sino a otros niños que tienen acceso a redes sociales, e incluso a la sociedad misma pues estos vídeos con material pornográfico infantil también van a parar a manos de personas con desordenes mentales de pedofilia, que exacerban sus perversiones con este tipo de imágenes.
Muchas personas a quienes les ha llegado el vídeo se han preguntado si quienes lo comparten lo han hecho de verdad ingenuamente, o son también pervertidos que se complacen con las imágenes de la pequeña víctima.
