El uribismo hizo campaña abiertamente para que los colombianos no votaran en la Consulta Anticorrupción, luego de que en plena campaña al congreso y presidencia hubieran dicho que sí la apoyarían.
Además de esta jugada, la bancada dirigida por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, y de la cual hace parte el actual presidente Iván Duque, decidió radicar un proyecto en el que se le congelarían los salarios a los congresistas, es decir, no subirían más, pero tampoco se podrían reducir, que es lo que los colombianos que votaron en la consulta pidieron casi por unanimidad.
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El proyecto fue radicado solo horas antes de la consulta, en la que se preguntaba a los colombianos si querían que se redujera el salario de los congresistas y más altos funcionarios del Estado.
La senadora Paola Holguín, del Centro Democrático, es la cabeza de esta iniciativa, y junto a ella está el Representante a la Cámara Juan Espinal, también del uribismo.
Los uribistas utilizaron artimañas para boicotear la consulta, con mentiras como que lo que se proponía ya estaba en la legislación colombiana, o que quienes la promovían ganarían dinero por ello. E incluso se valieron de recursos bajos como denigrar de los promotores por su homosexualidad, en el caso de Claudia López y Angélica Lozano.
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