Colombia y Ecuador son los únicos países del mundo que celebran la novena de aguinaldos. Estas novenas son una particularidad que hace única a la navidad en Colombia y Ecuador, y que se celebra también en algunas partes de Venezuela. De hecho, gracias a ellas se puede decir que nuestras celebraciones navideñas son de las más largas del mundo, pues en lugar de limitarse a un día cubren nueve. Existen costumbres parecidas en México y Centroamérica, como las posadas, veladas navideñas que se celebran entre el 16 y el 24 de diciembre, pero en las que la oración no es el elemento principal.
La creación de la novena de aguinaldos, la que celebramos en Colombia, se debe a Fray Fernando de Jesús Larrea (Quito, 1700 – Santiago de Cali, 1773) quien, hacia mediados del siglo XVIII, elaboró estas oraciones. Dicha novena con el paso del tiempo ha sufrido algunas modificaciones, sin embargo, en esencia es la misma a la que conocemos hoy en día.
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Así lo relata un informe de la Revista Semana, que detalla que la novena que hizo el Franciscano Fernando Jesús Larrea fue publicada por primera vez en 1784 en la Imprenta Real de Santafe, en Bogotá, a pedido de Clemencia de Jesús Caycedo, fundadora del colegio La Enseñanza en Bogotá.
Uno de los primeros cambios que tuvo fue hecho por la madre María Ignacia, en el siglo XIX, que le incluyó los gozos y el estribillo “ven, ven, ven, a nuestras almas”, así como la oración al Niño Jesús, que es una traducción de una oración en francés. Los gozos desde su inicio fueron criticados, pues se consideraba que tenían un lenguaje recargado y anticuado, incluso para el siglo XIX.
Así mismo, hay que tener en cuenta que además de la de aguinaldos hay diversas novenas populares como la del Niño Jesús del 20 de julio, la de la misericordia, por las almas del purgatorio, del Señor de los Milagros, etc. Todas ellas también arraigadas en nuestra tradición.
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La novena es una tradición católica consistente en rezar durante nueve días a Dios, la Virgen o un santo, o por una intención determinada. Josef Hilgers fue un jesuita alemán que aseguró que la idea de nueve días de oración se remontaba a los griegos y los romanos, quienes guardaban luto y oraban durante los nueve días siguientes a la muerte de una persona.
Igualmente, los romanos celebraban anualmente la parentalia novendialia, entre los días 13 y 22 de febrero, para honrar a los familiares difuntos. La tradición cristiana en principio desaconsejó participar en estas celebraciones paganas. Sin embargo, en la Edad Media se empezó a acostumbrar mandar a celebrar misas durante los nueve días posteriores a la muerte. Según Camila Herrera, profesora de la Universidad de la Sabana, “históricamente una de las novenas más importantes ha sido la de preparación a la Navidad, que se empezó a celebrar en España y en Francia en la edad media y que tenía por objetivo recordar los nueve meses de embarazo de la Virgen María”.
Ahora ya conoce de dónde nace esta tradición celebrada desde el 16 y hasta el 24 de diciembre de cada año y que culmina con el nacimiento del niño Dios.
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