Debido al confinamiento y restricciones por la pandemia, muchos de los comerciantes que tienen establecimientos en el Valle de Cocora, en Salento, no han podido abrir al público, razón por la que tras cerrar sus negocios han permanecido en casa.
Lamentablemente la situación no solo les produjo pérdidas por sus nulas ventas, sino que ahora deben afrontar los daños que inescrupulosos y vándalos han causado a sus negocios.
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Puertas y ventanas rotas, cámaras de seguridad dañadas, basuras y robos, son el desolador panorama que se han encontrado los comerciantes de la zona, luego de ir al sitio a verificar el estado de sus establecimientos.
En el sector no se ve un solo policía o soldado y según denunciaron, la gente está subiendo a tomar y dejar basurales. Además han aprovechado la soledad para ingresar a los negocios y llevarse objetos de valor.
«A pesar de los controles para ingresar a Salento, no existe ningún control para movilizarse hacia Cocora. Nos dejaron desprotegidos y ahora nadie nos responde», puntualizaron comerciantes de Cocora.
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