Durante la última semana los denuncios de robos en los municipios quindianos empiezan a preocupar a la ciudadanía que pide acciones contundentes contra los delincuentes y justicia contra los ladrones.
En el municipio de La Tebaida ni el párroco del templo San Martín se salvó de los bandidos, que aprovecharon que el religioso salió a hacer una diligencia e ingresaron por el techo de la casa cural ubicada en el barrio Las Veraneras, de donde sustrajeron varios objetos avaluados en cerca de 20 millones de pesos, entre estos un equipo de sonido, un computador portátil, entre otros.
Otra víctima de las ‘ratas’ en La Tebaida, fue el exalcalde José Ancízar Quintero Quintero, a quien se le llevaron varios elementos de su vivienda, avaluados en aproximadamente 30 millones de pesos.
Los ladrones aprovecharon rompieron la chapa de la puerta principal de la casa, mientras el exmandatario salió a disfrutar de un partido de fútbol. Entre las cosas que se llevaron están una colección pequeña de relojes, unas mancuernas de oro y dos televisores plasma.
En Armenia antisociales armados ingresaron a un establecimiento comercial ubicado en la glorieta del club Campestre y tras golpear al vigilante y despojarlo de sus elementos de dotación, procedieron a robarse un millón 200 mil pesos en efectivo de la caja registradora.
Entre tanto en Montenegro fue denunciado el robo en una vivienda mediante el engaño a sus habitantes. Según la denuncia de uno de los afectados, 2 tipos morenos y corpulentos llegaron hasta su casa en una pulsar 200 negra. Allí se hicieron pasar por funcionarios del Sisbén que iban a realizar actualización de datos y tras entrar en la vivienda y tomar fotografías de toda la casa, uno de ellos entretuvo a las víctimas, mientras el otro guardaba objetos y dinero que encontró tras esculcarlo todo
Autoridades advirtieron que en robos como el último la ciudadanía debe pedir identificaciones a quienes lleguen haciéndose pasar por funcionarios de cualquier entidad, y ante la duda pueden llamar a la misma policía para comprobar que sean quienes dicen ser.
