Una vez más el municipio de Mapiripán, Meta, vivió una masacre que hizo recordar la de 1997, cuando paramilitares ayudados por el Ejército, asesinaron a unas 200 personas, en su mayoría campesinos.
Este martes 18 de diciembre el horror volvió a apoderarse de los habitantes de la población, cuando 6 personas, entre ellas un menor de 13 años, y dos quindianos, fueron acribillados por sujetos desconocidos.
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La masacre, ocurrida a las 5 de la tarde en la vereda La Realidad de la mencionada población, cobró la vida de Ómar Leonardo Vinasco López y Charles Villareal Ballesteros, oriundos de Armenia.
Además murieron Daniel Estiven Martínez Caro, de 13 años de edad, Carlos Andrés Martínez Gamboa, padre del menor de edad. Ambos residían en el Guaviare y habían salido de su casa a disfrutar de un día de pesca. Así mismo fueron asesinados Jamel de Jesús Vásquez Suárez y Ladimir Matías Ducha.
Alejandro Góngora, personero del municipio, reveló que la tragedia ocurrió en una casa abandonada de la finca Bahía Celeste. Las víctimas tenían, cada una, dos tiros de gracia en la cabeza.
Control de territorios estratégicos para el narcotráfico
La zona donde ocurrió la masacre es, según el Ejército Nacional, un corredor de drogas ilegales desde El Guaviare hasta la frontera con Venezuela.
Allí opera la banda delincuencia ‘Los Puntilleros’, por lo que Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, aseguró que el hecho de sangre se debería a una disputa por las rutas del narcotráfico.
