Familiares de la niña Yuliana Samboní, quien fue abusda sexualmente y luego asesinada por Rafael Uribe Noguera, un prestigioso arquitecto bogotano, afirmaron que no aceptan la condena aplicada contra el asesino, por lo que esperan que la Fiscalía General de la Nación realice los trámites correspondientes para lograr que sea castigado con 60 años de cárcel y no 51 años y 10 meses, como dictó la sentencia dada a conocer este miércoles 29 de marzo.
Desde el corregimiento de Los Milagros, municipio de Bolívar, en el sur del Cauca, los allegados a la pequeña se mostraron indignados por la decisión de la operadora judicial, pues sobre este individuo debe caer todo el peso de la ley por el secuestro, abuso y homicidio de Yuliana, delitos que aceptó haber cometido.
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Ovidio Samboní, tío de Yuliana, dijo que esperarán los resultados que arrojen las diligencias de la Fiscalía, para que el castigo sea ejemplar a este individuo, que acabó con la vida de la menor y que le ha causado tanto dolor a la familia.
“Es una condena muy bajita, ni siquiera la 60 años sería ejemplar para este señor que se ensañó muy duro con la niña, esto es muy doloroso todo el daño que hizo”, aseveró, según publicación de La W Radio.
Hermanos Uribe Noguera no pueden salir del país
La juez 42 penal del circuito con función de conocimiento de Bogotá confirmó la restricción que tienen los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera para salir del país.
La medida se da por el delito de favorecimiento ilícito en el caso que se sigue contra Rafael Uribe Noguera por el asesinato de la niña Yuliana Samboní. La juez consideró que podrían obstruir la justicia, no comparecer en las diligencias judiciales y que al retirar la medida tendrían la facilidad de salir del país.
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«Si bien se presenta arraigo en la comunidad, estos dos ciudadanos imputados tienen la facilidad de abandonar definitivamente el país”, señaló la juez.
El pasado 2 de marzo, la Fiscalía imputó cargos contra los Uribe Noguera por delito de destrucción, supresión u ocultamiento de elemento material probatorio.
“Francisco y Catalina sabían que tanto Rafael y la camioneta eran buscados por el secuestro de una menor (…) Ellos decidieron de su propia mano llegar al lugar de los hechos cuando debieron ser las autoridades, y de esa manera garantizar que la verdad de los hechos se conociera. Sabían que había ocurrido un secuestro desde tempranas horas, y ese tema pareció no importar”, dijo la fiscal del caso en la imputación de cargos por el delito de favorecimiento.
