Este domingo 11 de octubre fue reportada una nueva muerte masiva de abejas en el Quindío, esta vez en el corregimiento de Pueblo Tapao en Montenegro.
La denuncia fue hecha por los apicultores que encontraron 12 colmenas con envenenamiento de los insectos.
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«Miles de abejas murieron envenenadas en la finca El Sinú, cerca al caserío, por la vía que llega de Armenia desde el sector de Puerto Espejo», explicaron los denunciantes.
La causa, según ambientalistas, fue de nuevo el uso indiscriminado de venenos en cultivos cercanos, posiblemente Fipronil. «Hemos sabido de cultivos fumigados con ultralivianos en ese sector, algo prohibido pero que sucede en el Quindío ante la inoperancia de las autoridades», sentenciaron.
Crisis ambiental en el Quindío
«La mortandad masiva de abejas, muchos otros insectos y formas de vida, la alta morbilidad y mortalidad humana debido a factores que contaminan agua y aire, la deforestación y pérdida de diversidad biológica por cuenta de empresas extranjeras que compran nuestras tierras para sembrar pinos, eucaliptos y aguacates, la construcción y urbanización desordenadas del campo y las ciudades, el turismo sin control, la minería legal e ilegal, la ausencia de autoridad ambiental… son síntomas más que evidentes», señaló el ecologista Néstor Ocampo, miembro de la fundación Cosmos.
Agregó que «la Corporación Autónoma Regional del Quindío -CRQ- no puede salir de nuevo con que la muerte de las abejas, por ser “genéticamente modificadas”, no es asunto suyo sino competencia del Instituto Colombiano Agropecuario -ICA-.
El ICA no puede seguir haciendo “toma de muestras” e “investigaciones” que no terminan en decisiones efectivas. Los gobiernos locales y departamental no pueden seguir indiferentes a lo que sucede, pues, al paso que vamos… ya puede ser tarde para hacer algo».
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