El juego por la séptima fecha de la IX Copa Profesional de Microfútbol en el Coliseo Menor Ramón Marín Vargas de Manizales, entre Real Caldas y Caciques del Quidío, clásico regional, no solo por el nivel futbolístico sino también por la ubicación en la tabla de posiciones, segundo y tercero respectivamente, quedó en veremos tras un bochornoso episodio.
El encuentro transcurría 1 por 2 a favor de los quindianos, cuando en el minuto 37 una jugada discutida en el área decretó un tiro penal para los locales caldenses. Los nuestros no aceptaron la determinación y como consecuencia se generó la gresca con los jueces, posteriormente entre jugadores de ambos equipos y finalmente algunos hinchas invadieron el campo de juego.
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La División Nacional de Fútbol de Salón informó que rechaza, de todas las formas, los acontecimientos sucedidos en Manizales buscará dentro de su autonomía y de acuerdo a la normatividad del torneo, la decisión que defienda la legitimidad del deporte.
El presidente de la División, Manuel Sánchez Aguirre, dijo que esperará el informe arbitral, la evaluará con los representantes de la Comisión Nacional de Juzgamiento y junto a los presidentes de los dos clubes en cuestión, con quienes se reunirá para tomar la decisión más justa y así poder proseguir con el desarrollo del evento.
«Son muchos los esfuerzos que entre todos hemos realizado para sacar adelante esta IX Copa Profesional, que no admitiremos, que acciones violentas, pongan en riesgo nuestra institucionalidad», puntualizó.
El partido en Manizales fue suspendido por falta de garantías cuando restaban 3 minutos por jugarse.
Una vez se tengan todas las evidencias, se haya escuchado las partes en conflicto y se pueda establecer la realidad de lo que pasó, la División Nacional de Fútbol de Salón dará a conocer su decisión. Por ahora, el partido no ha terminado y el resultado no afectará la tabla de posiciones de su respectivo grupo.