Un total de 13 supuestos integrantes de la banda denominada Los Pastilleros de Calarcá, que por años estafó a turistas y ciudadanos que transitan por la vía La Línea, en el sector Versalles, de Calarcá, fueron capturados por unidades del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía Seccional Quindío, en coordinación con la Seccional de Transporte de la Policía.
Se trata de Diego Fernando Díaz Buitrago, Luis Fernando Castaño Castrillón, Yeison Mauricio Bedoya Pineda, Gemay Daniel Muñoz Madrigal, José Arcángel Martínez Buitrago, César Augusto Cruz Velásquez, Helmer Madrigal, Didier Berrío Gallego, Gilberto Cardona Granada, Luis Alberto Castiblanco Suárez, Luis Eduardo Serna Rodríguez, Álvaro Castiblanco y Francisco Luis Serna Ospina.
Según las investigaciones adelantadas por la policía judicial del CTI, su modus operandi consistía en que 5 o 6 de sus integrantes se ubicaban a lado y lado de la vía de la calle 18 (variante), en un espacio de 100 metros, para así empezar a ejecutar su plan de estafa contra el primer incauto que pasara por la zona.
Uno de los miembros de la banda distraía a su víctima, mientras que otro de manera rápida se acercaba al vehículo por el lado contrario, y le rociaba un líquido al rin de la llanta que producía humo, para aparentar que estaba en malas condiciones.
Una vez convencido el dueño o conductor del supuesto daño, otro de la estructura le recomendaba al incauto un mecánico especializado en la marca del vehículo; y le ofrecía personas para guiarlo hacia el supuesto taller (que era de otro miembro de la banda). Se movilizaban en bicicleta, motocicleta o se subían al automotor de la víctima.
Al llegar al taller indicado, en este caso parqueaderos o sitios cercanos a talleres garantizados, uno de los delincuentes se hacía pasar por el dueño, mientras que otros actuaban como mecánicos. De inmediato desmontaban las llantas y empezaban a pedirle toda clase de repuestos, aduciendo que estaban en mal estado.
Mientras todo esto ocurría, uno de los mecánicos falsos extraía del vehículo varias partes, entre ellas las pastillas, las echaban en un balde con un líquido negro y se las llevaban para pintarlas y hasta empacarlas en cajas de cartón o plásticas para darles apariencia como nuevas.
«Estas personas tenían todo un entramado criminal para lograr que las víctimas resultaran comprando las mismas partes que les habían extraído a sus vehículos, ya que los delincuentes se hacían pasar por propietarios de almacenes de repuestos y que realizaban domicilios, entregando las piezas supuestamente nuevas con facturas procedentes de un taller o almacén que no existe», explicaron desde la Fiscalía.
La desarticulación de la banda se dio gracias a un trabajo de más de 9 meses de investigación mediante vigilancias y seguimientos, asociación y análisis de casos, así como reconocimientos fotográficos. También se realizaron inspecciones judiciales y entrevistas hasta lograr la identificación de los indiciados y establecer todo el accionar de la organización delincuencial.
«Desde el año 2010 se empezaron a conocer las denuncias sobre la existencia de un grupo de delincuencia común que engañaba a los conductores cuando bajaban del sector de La Línea, asegurando que sus vehículos tenían el sistema de frenos, bandas y rines recalentados, para luego venderles repuestos por altas sumas de dinero, dependiendo del nivel económico de la víctima».
Debido a la clase de víctimas, se determinó que eran presa fácil del engaño de estas personas, pues les importaba que su vehículo estuviera en buenas condiciones para no tener novedades a lo largo de su viaje, y por ello eran convencidos con facilidad por estos timadores.
Los procesados a quienes la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir con fines de estafa, fueron capturados de manera simultánea; 12 en Calarcá y uno más en Ibagué. Durante las audiencias de control de garantías aceptaron su responsabilidad frente a estos hechos, excepto uno.
Los comerciantes del sector dedicados a la venta de repuestos, reparaciones y mantenimiento de vehículos, también reclamaban protección y la erradicación de estos estafadores que los estaban perjudicando desde hace cerca de 10 años.
Vale la pena decir que todos los implicados fueron dejados en libertad una vez realizadas las audiencias preliminares, dado que las penas por los punibles cometidos no superan los 48 meses, por lo que son excarcelables, además porque al aceptar los cargos pueden recibir una rebaja de hasta la mitad de la pena. Aún así seguirán vinculados al proceso y claramente habrá un fallo condenatorio en su contra.
Compartir en: