Claudia Adriana García, directora del Instituto Nacional de Medicina Legal, advirtió al país por el incremento en el último año de casos de suicidio de menores. La funcionaria indicó además que los 3 departamentos del Eje Cafetero, Caldas, Risaralda y Quindío, son las que registran una mayor preocupación para las autoridades a nivel nacional.
Según los registros detectados por Medicina Legal, llama la atención y genera mayor alerta de las autoridades, el hecho de que las causas de estos suicidios de niños son en su mayoría rupturas amorosas y no problemas escolares, como se presentaba anteriormente.
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Según la funcionaria, citada por RCN Radio los niños y adolescentes están comenzando a sostener a edades muy tempranas relaciones amorosas para las cuales aún no se encuentran preparados y están terminando inmersos en conflictos de tipo emocional que no son capaces de enfrentar.
«Son niños muy pequeños que deberían estar en este momento en un contexto familiar para aprender a enfrentar de la mejor manera los problemas que se pueden presentar», dijo García a la mencionada emisora radial.
El contexto de esta problemática lo han logrado tras las investigaciones sobre los casos y la lectura de cartas donde los menores de edad expresan el motivo del sucidio. «Se inspeccionan los computadores de los niños y se obtienen otras informaciones que nos permiten decir cuál es la razón de su decisión», explicó la funcionaria.
Agregó que incluso en la mayoría de los casos los menores que terminaron quitándose la vida tenían un núcleo familiar estable y casi en todos los casos los suicidios se registraron en sus propias residencias.
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«Todavía no tenemos una explicación epidemiológica del porqué la zona del Eje Cafetero reporta la tasa mas alta de casos de suicidios de menores. Sin embargo, nuestros expertos ya están generando la alarma y se está trabajando para establecer todas las causas», dijo.
Señaló además que las zonas urbanas son las que registran los mayores niveles de casos frente a las áreas rurales. «Se requiere con urgencia de una política pública integral, en la cual los esfuerzos deben empezar por el núcleo de la familia y tocar diferentes sectores como la educación y, principalmente, el de la salud».
García enfatizó que, por ejemplo, se debe generar un programa especializado de atención psicológico para atender a aquellos menores de edad que reportan cambios en su comportamiento y señales de estar pensando en la posibilidad de acudir al suicidio para poner fin a sus problemas.
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En este sentido son los padres y núcleo familiar el que debe estar atento a los cambios de comportamiento de los niños y de inmediato acudir a entidades como las secretarías de Salud de los municipios o a las comisarías de familia, donde les asesorarán sobre los pasos a seguir.
La mayor tasa de suicidios en menores oscila entre los 10 a 17 años de edad.
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