El biólogo uniquindiano Diego Alejandro Gómez Hoyos, logró demostrar su inocencia en decisión de primera instancia por el caso que lo tiene en líos judiciales por un supuesto plagio, cuando compartió información académica por internet.
El fallo, tras más de dos años de diligencias judiciales, fue apelado por el demantante, pero el profesional se muestra optimista de poder seguir demostrando que la acusación en su contra no tiene fundamento.
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Diego Alejandro es un biólogo graduado de la universidad del Quindío que acaba de culminar una maestría en conservación y manejo de vida silvestre en Costa Rica.
El joven, que usualmente compartía información que consideraba pertinente para sus intereses científicos, con varios de sus colegas, con fines académicos y sin ánimo de lucro, fue demandado por un supuesto plagio que incluso causó protestas en la comunidad universitaria y profesional del país.
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El lío para el uniquindiano comenzó en 2011 cuando a través de un grupo de Facebook en el que participaban interesados en el estudio de los anfibios y reptiles, conoció una tesis de maestría fundamental para identificar animales que encontraba en las visitas de campo que hacía a algunas áreas protegidas del país. Diego Alejandro pensó que era algo que le interesaba a otros compañeros más allá del grupo, así que la compartió en internet. Aunque no fue el primero ni el único -el documento ya se encontraba posteado en varios sitios-, el autor de la tesis adelantó un proceso penal en su contra por ‘violación de derechos patrimoniales de autor y derechos conexos’, lo que supone de 4 a 8 años de cárcel.
El joven ha concluido en este proceso que si un profesional no se preocupa por fomentar o dar a conocer conocimientos en internet, ¿de qué otra manera lo hace?
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