Ropa, productos de aseo, electrodomésticos, pasajes, entre otros, serán los principales productos y servicios que desde el 1 de enero de 2017 serán más caros gracias a la Reforma Tributaria y el aumento del Iva aprobados por la Cámara y el Senado de mayorías santistas.
El Iva que pasa del 16% al 19% es la medida que más afectará el bolsillo de los colombianos, sobre todo los más humildes, que ganan un salario mínimo y que de por sí ya tenían complicaciones para asumir sus gastos familiares. “El IVA se ve prácticamente reflejado en todo. Desde el último pelo de la cabeza hasta los pies, todo lo que tiene puesto, los productos de aseo, todo eso tiene IVA”, explicó el presidente de Fenalco, Guillermo Botero.
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El costo de vida se incrementará, sobre todo para los colombianos de menores ingresos porque “desde el punto de vista macroeconómico las personas más pudientes tienen mayor capacidad de compra e incluso pagan más por lo productos que adquieren”, dijo Horacio Ayala, exdirector de la DIAN.
Todos los elementos de consumo alimenticio procesados serán gravados con IVA. Los productos que se salvan son el arroz, la papa, la carne, el plátano, las frutas y las verduras. “Un almuerzo sencillo, preparado en casa no tiene el impuesto, pero cuando se van a consumir en un restaurante, sí”, explicó el presidente de Fenalco a la Revista Semana.
En la reforma se salvaron los servicios médicos, la educación formal y los servicios públicos como la energía y el acueducto, que no serán gravados, pero a cambio la capacidad de ahorro y de endeudamiento de los colombianos se va a ver claramente disminuida, debido a que gran parte de los 430 bienes mínimos de la canasta familiar se verán afectados con el incremento del impuesto.
Todo va a ser más caro, lo que va a limitar la capacidad adquisitiva de los colombianos, en especial los de las clases bajas y medias.
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La economía, el empleo y las empresas se verían afectadas
La Reforma Tributaria carga de tal manera contra la economía colombiana, que expertos como el economista José Roberto Acosta dice que es probable que los colombianos tengan qué sacrificarse consumiendo menos, lo que afectaría la industria y economía nacional y en un efecto dominó produciendo la desaceleración en la producción de empleo. Es decir que esta Reforma lograría aumentar el desempleo en el país.
Productos como las toallas higiénicas quedaron gravados con Iva del 5%, los planes de telefonía celular superiores a los 45 mil pesos, los servicios de internet para estratos 3 en adelante y hasta las bicicletas entre el 5 y el 19% dependiendo de su valor, y eso que se quiere incentivar su uso y alentar a más colombianos a practicar el deporte que más glorias nos ha dado.
Las tiendas, peluquerías, miscelaneas y demás negocios de barrio también deberán pagar el monotributo, un impuesto a las ventas que obtengan.
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La Reforma carga contra toda la economía nacional, mientras los congresistas deciden no reducir sus altísimos sueldos y la corrupción, principal foco de desagüe del presupuesto nacional, sigue rampante en el aparato estatal, que con gobiernos como el de Santos y su mermelada, o el de Uribe y sus sonados escándalos como el de Agro Ingreso Seguro, Reficar y demás, desangraron el erario público.
Ahora será el colombiano de a pie quien deba pagar por lo que los corruptos se roban a diario.
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