Héctor Fabio Osorio, un colombiano de 50 años de edad, fue condenado a la pena de muerte en China por crímenes asociados al narcotráfico. Actualmente se encuentra en una prisión en Wuhan, epicentro de la epidemia del coronavirus, donde además está confinado en aislamiento y no puede recibir visitas.
El ciudadano fue capturado hace 7 años, durante los cuales su esposa Marta Rodríguez solo ha podido hablar con la cancillería colombiana en China en tres ocasiones. Desde que empezó el gobierno de Iván Duque nadie del gobierno colombiano se ha prestado a escucharla siquiera.
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Osorio ha solicitado al Gobierno colombiano interceder para agilizar los trámites de su sentencia a muerte. Sus familiares dicen que ya intentado quitarse la vida en una ocasión, por lo que también solicitaron apoyo del Gobierno para que se acelere su condena, ya que consideran inhumanos los tratos que está recibiendo, y ven peor seguir postergándolos.
“Pido ayuda por razones humanitarias. Él está enfermo y es el único que ha solicitado que le ejecuten la pena de muerte. No habla con nadie hace más de siete años. Nunca se ha podido comunicar conmigo”, dijo Marta Rodríguez en conversación con Blu Radio.
La justicia china tampoco ha aportado mayores detalles sobre los delitos cometidos por Osorio, más allá de decir que es por narcotráfico. En Colombia Héctor Fabio trabajaba como artista y que cuando viajó a China dijo que era para desempeñar los mismos oficios.
A causa de las condiciones de su reclusión, el hombre ya sufre de problemas en la columna y los riñones. Es el único hispanoparlante de la prisión de Wuhan por lo que no se le ha permitido recibir correspondencia o ayuda adicional.
En Wuhan ciudad donde el coronavirus ha producido la muerte de por lo menos 361 personas, hay 14 nacionales colombianos que el Gobierno está tratando de repatriar. En la lista no figura Osorio, razón por la cual sus familiares están pidiendo una intervención directa del presidente Duque o de la Cancillería colombiana para que se ejecute rápido la sentencia de muerte.
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