César Ocampo Rodríguez es un quindiano que fue nombrado en febrero de 2017, como director de Colciencia, tras su reconocida trayectoria como científico de la Nasa.
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Menos de un año después de ser nombrado, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos lo declaró insubsistente, y su antecesora, la actual ministra de educación le impidió hacer cualquier nombramiento, luego de que él intentara poner en cintura el instituto.
La decisión de la Ministra, Yaneth Giha Tovar, la había anunciado el entonces subdirector y nuevo director, que siendo su subalterno pedía cuentas a su jefe.
Así lo explicó Noticias Uno en una reciente investigación publicada en el noticiero:
De acuerdo con Yaneth Giha, “El subdirector de Colciencias, escribió cuatro cartas al director saliente con copia a control interno y el grupo directivo de la entidad llamando la atención sobre decisiones y omisiones que afectaron gravemente el normal desarrollo de las funciones de Colciencias”.
En una de ellas el subdirector Olaya reclamaba, el 28 de diciembre, al director Ocampo, la aprobación del plan estratégico que la opinión pública debe conocer a finales de enero.
Las decisiones y omisiones, según explicó Ocampo en carta al presidente Santos, tenían que ver con el estudio de remuneración laboral a los servidores de Colciencias, que en su mayoría son contratistas y no funcionarios públicos.
“Colciencias es una entidad que tiene aproximadamente 120 cargos de planta y unos 300 servidores lo acompañan en la modalidad de contratistas”, explicó César Ocampo.
Y como sólo uno de cada cuatro servidores tenía que cumplir horario, él ordenó que todos cumplieran ocho horas diarias y estableció los criterios de remuneración de acuerdo con la preparación académica para los nuevos contratos.
Toda la contratación había sido puesta en manos del entonces subdirector, por la anterior directora de Colciencias y actual ministra de Educación.
La tabla de ingresos de los contratados anteriores a la llegada de Ocampo muestra que un bachiller comercial devengaba en Colciencias 5 millones de pesos mensuales como contratista en la oficina de TICs y su compañero, un exmiembro del Grupo G-3 que espiaba a magistrados y periodistas en el DAS del gobierno Uribe, devengaba 5.8 millones a pesar de su condición de tecnólogo.
En el otro extremo, una bióloga molecular y biotecnóloga posgraduada en Europa, devengaba 800 mil pesos más que el bachiller y 19 mil pesos menos que el tecnólogo.
El nuevo director, a quien el científico saliente quiso quitarle la facultad de contratación, escuchó los interrogantes de Noticias Uno y esbozó la explicación, según la cual, los contratistas de Colciencias recibían remuneración por su trabajo, no por su hoja de vida.
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El doctor César Ocampo
El científico e ingeniero quindiano desarrolló la herramienta computacional Copérnico, que le permite a la Nasa calcular las trayectorias de sus viajes a Marte, Venus y Saturno.
Ocampo tiene en la ciencia aeroespacial el reconocimiento como el corrector de las órbitas geoestacionarias. Como tal trabajó 20 años en la construcción de naves para la Nasa.
En 2016 dejó su cátedra en la Universidad de Texas para regresar a su país con la idea de crear ciencia y su primer proyecto fue el observatorio astronómico de una universidad privada.
Durante los últimos ocho meses intentó dirigir el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación, Colciencias, sin lograrlo. El jueves fue declarado, tal como lo anunció la ministra de educación.
Precisamente esos proyectos eran los que el científico había puesto a rodar en Colciencias y que la Presidencia presentaba entre sus éxitos de 2017.
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