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«Calidad del Agua en Armenia es óptima»: Profesional en Química

Ante las reiteradas acusaciones del biólogo Luis Carlos Serna sobre la calidad del agua en la capital quindiana, el químico de la Universidad del Quindío, Cecil Burgos Mendoza escribió:

 

«El biólogo Luis Carlos Serna debe presentar un informe, en el cual demuestre con fundamentos técnicos y científicos, los cuestionamientos sobre el agua de Armenia. Informar sobre los métodos de análisis bacteriológico, fisicoquímico, las fechas, sitio, cantidad de muestras tomadas, laboratorio donde se realizaron las pruebas.

Importante que esté certificado por el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (ONAC), de lo contrario los datos no son confiables. Hacer muchos estudios, para comprobar la presencia de microorganismos vivos, porque a veces se presentan resultados de bacterias muertas (positivos falsos).

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La Corporación Regional del Quindío donde ha sido funcionario Luis Carlos, está obligada a vigilar y controlar el vertimiento de Boquía, como también de las demás fuentes hídricas, según fallo del Tribunal Administrativo del Quindío del año 2018.

Vale la pena aclararle a la opinión pública que: La mayoría de los acueductos del país, tienen captaciones de fuentes hídrica que tienen vertimientos más arriba de sus bocatomas. En la ciudad de Cali, por ejemplo, hacen tratamiento del Río Cauca para la planta de Puerto Mallarino, aun cuando más arriba están las descargas de los alcantarillados de Popayán y demás municipios rivereños. Cartago, Valle, hace la potabilización del río la Vieja, donde llegan los líquidos residuales del Quindío.

El agua se depura en un recorrido de 10 Kilómetros y en las plantas continúan el tratamiento, mediante los procesos de coagulación, sedimentación, filtración y desinfección con cloro. En el caso de Armenia, estas actividades se efectúan con rigurosidad ya que la empresa está certificada con la norma ISO 9001 versión 2008.

Todos los días se toman muestras en diferentes zonas de la ciudad, donde se practica la medición de cloro residual libre, verificando que esté en un rango entre 0.3 y 2.0 mg/L,  para garantizar la eliminación de bacterias. Los demás análisis se realizan en la planta de tratamiento, para comprobar que se cumpla con los parámetros de calidad establecidos en el decreto 1575 y resolución 2115 de 2007. El laboratorio ya tiene acreditación por el ONAC.

Es falsa la afirmación de que en la ciudad se esté presentando una epidemia de gastroenteritis o el Quindío tenga altos índices de mortalidad por consumo de agua. Las autoridades de salud, hospital San Juan de Dios, clínicas de la ciudad, no han dado ningún reporte al respecto.

En el caso de tomar correctivos en los sistemas de tratamiento, hay que hacerlo en todo el país o en el mundo, ya que todas las plantas operan con los mismos principios: coagulación, sedimentación, filtración y desinfección con cloro. De igual manera se trabaja en Pereira, Manizales, Cali, Medellín o Bogotá.

Esta alarma y deseo de protagonismo deja la ciudad con una imagen muy negativa, cuando las mejores aguas del país las han tenido Bogotá y Armenia.»

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