Doña Rosario Guevara Santos, líder social de Redepaz Quindío, fue víctima de un atentado la noche del pasado miércoles 28 de noviembre, cuando se movilizaba como pasajera de un bus intermunicipal que cubrí la ruta Armenia – Pijao.
De acuerdo con al dama, unos hombres atacaron a tiros la buseta en la que iba. Dos disparos le hicieron al automotor, cuando transitaba por el sector del cementerio Jardines al sur de Armenia.
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Por fortuna los proyectiles no impactaron a ninguna persona en el vehículo, cuyo conductor de inmediato aceleró y se dirigió a la estación de policía de El Caimo, donde se instauró la denuncia por lo que acababa de suceder.
Doña Rosario ha recibido en los últimos meses amenazas del grupo armado Las Águilas Negras, un reducto de los antiguos paramilitares financiado por el corruptos políticos y narcotraficantes del país.
La líder social ha estado trabajando con víctimas del conflicto armado en el tema de restitución de tierras y aspectos relacionados con la consecución de la paz y los acuerdos logrados por el gobierno y las Farc en La Habana.
Policía dice que no un atentado sino un intento de robo
De acuerdo con el abogado César Arias, coordinador regional de Redepaz en el Eje Cafetero, tras hacer la denuncia y pedir mayor protección para la víctima del atentado, las autoridades indicaron que todo se trató de un intento de asalto a la buseta, por lo que se le restó importancia al asunto.
«Nosotros hemos pedido protección para varios miembros de Redepaz, por las amenazas que hemos recibidio, pero hasta ahora solo nos mandan un policía de vez en cuando a la casa, que nos pregunta cómo estamos y nos hace firmar un papel. Luego se va y no volvemos a verlo hasta semanas después que repite el procedimiento».
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Los afectados con la situación dicen sentirse desprotegidos, pues las autoridades no prestan atención a sus denuncias a pesar de los centenares de líderes que han sido asesinados en los últimos dos años en todo el país.
Además se preguntan cómo un intento de asalto a una buseta se hace desde afuera de la misma, cuando el modus operandi habitual de quienes asaltan estos vehículos ha sido siempre pasándose por pasajeros para luego amedrentar a los ocupantes del automotor.
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