El director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés Moreno, confirmó que Miguel Ángel, el niño de 2 años de edad que murió el pasado viernes en la clínica Las Américas de Medellín, fue asfixiado y presenta signos de violencia sexual y maltrato agudo.
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El suceso se suma a los acontecidos en el Quindío en la última semana cuando una pareja fue capturada por abusar de sus pequeñas hijas en Montenegro, mientras que en Armenia se conoció que una mujer regaló a su bebé en un billar del sur de la ciudad.
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Según Valdés Moreno, los resultados de los estudios evidencian que el niño de Medellín fue abusado sexualmente y asfixiado tapándole la boca y la nariz. Además presentaba traumas con características “contundente y cortopunzante” en cráneo, cuello y mandíbula.
El hecho que consternó a todo el país ocurrió en el barrio Cristo Rey, luego de que los padres del menor lo llevaran a la Clínica las Américas, con signos de maltrato infantil. Esas acciones alertaron a las autoridades y por lo mismo un juez libró órdenes de captura en contra del padrastro del menor y sobre la madre biológica, que fueron enviados posteriormente a la cárcel.
La madre del bebé había reportado a los médicos un cuadro de virosis, dijo que «el niño había estado muy enfermo por una gripa y que lo acostó en la noche bien, pero que en la mañana cuando lo fue a levantar lo encontró muy mal”. Pero una tía del niño, desmintió a la madre. “Ella dijo que el bebé no tenía nada, que tenía gripa. Pero a usted por una gripa no se le va a abrir la cabeza”, dijo.
La mujer explicó que pudo ver al niño y que tenía golpes en el cráneo, en la clavícula y en el cuello, además de dos marcas de mordiscos en los codos. “Y no fue en la guardería porque la profesora de allá antes estaba tratando de informarle a otros familiares lo que le había pasado al bebé”, aclaró.
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La tía señaló como sospechoso a un hombre con el que la madre del niño convivía hace cerca de un año. “Ese muchacho que vive con ella fue y amenazó a la profesora (…) Los vecinos nos dijeron que él les pegaba a los dos (madre e hijo) y que mantienen allá (en la casa) tirando vicio”.
Y lanzó una hipótesis sobre lo sucedido: “me imagino que todos drogados torturaron y le pegaron al bebé como les dio la gana, porque tenía muchísimos golpes”, sentenció.
Según el relato de la tía, la madre se fue de la casa paterna cuando el bebé cumplió seis meses y poco después inició la convivencia con el hombre en cuestión.
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