Saltar al contenido

3 abuelos con tumores cerebrales esperan hace más de un mes atención de Cafesalud

Heberto Vélez Orrego es un montenegrino de 67 años de edad, que lleva 37 días esperando a que la EPS Cafesalud entregue los insumos para la cirugía que necesita por el tumor que tiene en su cerebro.

José Agadiel Valencia, por su parte, es un calarqueño de 75 años. Lleva 34 días esperando lo mismo que su compañero en la clínica El Prado de Armenia.

Gonzaga Gaviria es el más joven de los tres. Tiene 54 años y es de Manizales. Lleva 33 días esperando por su operación. Su esposa se tuvo que trasladar hasta Armenia desde la capital caldense, para acompañarlo en esta larga espera.

Lea también: En Armenia Cafesalud ya no entrega ni acetaminofén

Las familias de estos tres hombres, llenas de preocupación por la salud de sus seres queridos, han instaurado tutelas para resolver la situación. Dos están esperando el fallo, mientras que una de las tutelas, la de Gonzaga Gaviria, fue fallada a favor del paciente, quien recibió la notificación hace seis días, pero a pesar del fallo aún espera que lo remitan a Pereira, ciudad donde debe ser operado.

Su esposa, que no tiene otro lugar donde quedarse en Armenia, duerme en el hospital y hasta le toca lavar su ropa en el lavamanos del baño de la habitación, y ponerla a secar en las barandas de la cama.

Las tres familias aseguran que el personal de la clínica ha sido muy amable con ellos, pero que es la EPS Cafesalud es la que no ha querido responder por lo que ellos necesitan.

Le puede interesar: Orden de arresto contra las gerentes de Cafesalud Armenia y Eje Cafetero

Don Heberto es invidente desde hace varios años, por lo que debe tener a su lado siempre a un familiar que lo acompañe. El tumor le ha causado parálisis facial y en toda la parte izquierda de su cuerpo. Su situación se agrava porque es diabético e hipertenso. En los últimos días ha empezado a usar pañales, pues el deterioro en su salud es evidente.

Entre tanto don José Agadiel ha presentado convulsiones severas en los últimos días. Mientras que don Gonzaga está perdiendo su visión.

Las tres familias ya no saben qué hacer para que los escuchen. No quieren perder a sus seres queridos sin antes luchar contra una EPS y un sistema de salud, que cada día deja morir a más pacientes sin siquiera ser atendidos.

Compartir en: