La quindiana Laura González ganó premio internacional por innovación en la conservación de humedales por su trabajo en Panamá.
La bióloga quindiana Laura González Arévalo fue galardonada con el Premio Ramsar 2025 en la categoría de Innovación, un reconocimiento internacional que destaca su trabajo al frente de la organización panameña Marea Verde, dedicada a la protección de humedales mediante soluciones tecnológicas y educativas.
Actualmente radicada en Panamá, Laura lidera esta organización sin fines de lucro que implementa tecnologías como barreras flotantes y ruedas de agua para evitar que residuos especialmente plásticos lleguen a los humedales y, eventualmente, al océano.
Desde 2018, Marea Verde opera en el río Juan Díaz, uno de los principales afluentes de la ciudad de Panamá, logrando detener más de 400 mil kilogramos de basura que amenazaban estos ecosistemas vitales.
Además del premio, Laura fue reconocida durante la misma convención como una de las 12 mujeres que están cambiando el mundo de los humedales, una distinción que celebra el liderazgo femenino en la conservación a nivel global, resaltando su aporte desde la equidad de género, la innovación social y el compromiso ambiental.
Ganadores del Premio Ramsar 2o25
La edición 2025 del Premio Ramsar también distinguió a Iman Ebrahimi de Irán en la categoría Juventud, y a Dayana Blanco Quiroga de Bolivia en la categoría de Pueblos Indígenas y Uso Sabio, conformando un trío de galardonados que representa enfoques diversos y transformadores para la protección de los humedales.
El Premio Ramsar, entregado cada tres años, es uno de los máximos reconocimientos en el ámbito ambiental, otorgado a personas e iniciativas con contribuciones sobresalientes a la conservación y uso racional de los humedales, en el marco de la Convención Ramsar, un tratado internacional adoptado en 1971 que vela por la protección de estos ecosistemas esenciales para el planeta.
Con este logro, la quindiana se posiciona como una voz destacada en la agenda ambiental internacional y demuestra cómo la innovación desde América Latina puede marcar la diferencia en la lucha global por la conservación.