Ante un posible escenario eruptivo del Cerro Machín, el Quindío adelanta mesas regionales de prevención

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Ante un posible escenario eruptivo del volcán Cerro Machín, el Quindío adelanta mesas regionales de prevención.

Bajo el liderazgo del gobernador Juan Miguel Galvis Bedoya, la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres (UDEGERD) adscrita a la Secretaría del Interior del Quindío

Se realizó la tercera mesa regional de preparativos frente a un posible escenario eruptivo del volcán Cerro Machín, una jornada coordinada por el director de la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres -Udegerd-, Jaider Alexander Hidalgo, y que contó con la participación de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -Ungrd- y de los comités departamentales de Cundinamarca, Caldas, Risaralda y Tolima.

Durante el encuentro se socializaron los servicios de respuesta establecidos en la Estrategia Nacional de Respuesta a Emergencias, así como la zonificación de amenaza volcánica del Cerro Machín por departamentos. Además, se presentó el cronograma de una próxima salida de campo académica, orientada a fortalecer el conocimiento técnico y las capacidades de respuesta de las instituciones frente a un eventual evento volcánico.

Volcán Cerro Machín: un gigante dormido con alto potencial de riesgo

El Cerro Machín es uno de los volcanes más enigmáticos y peligrosos de Colombia. Aunque a simple vista no tiene la imponencia del Nevado del Ruiz o el volcán Galeras, su historia eruptiva y ubicación geográfica lo convierten en una de las principales amenazas volcánicas del país.

El volcán está situado en el departamento del Tolima, en jurisdicción del municipio de Cajamarca, a tan solo 17 kilómetros de Ibagué y a unos 35 kilómetros de Armenia, en el Quindío. Forma parte de la Cordillera Central y pertenece al sistema volcánico del Parque Nacional Natural Los Nevados.

Su cercanía a ciudades densamente pobladas lo vuelve un punto estratégico para la gestión del riesgo, ya que millones de personas viven dentro de su zona de influencia.

Tiene un cráter principal de aproximadamente 2,4 kilómetros de diámetro y varios domos de lava a su alrededor. Su última gran erupción ocurrió hace unos 800 años, en el siglo XII, lo que en términos geológicos es relativamente reciente.

Los estudios del Servicio Geológico Colombiano (SGC) lo clasifican como un volcán potencialmente activo y muy peligroso. Su peligrosidad no solo radica en la posibilidad de erupción, sino en la magnitud que podría alcanzar: las erupciones pasadas han sido altamente explosivas, con capacidad de generar flujos piroclásticos, caída de ceniza, avalanchas y lahares.

Zonas de posible afectación

En caso de una erupción mayor, los efectos podrían ser devastadores:

  • Tolima: Ibagué y Cajamarca estarían dentro del área de mayor riesgo, especialmente por la cercanía al volcán.
  • Quindío: Armenia y municipios como Calarcá, Salento, Circasia, Montenegro o La Tebaida, podrían verse seriamente afectados por caída de ceniza y flujos volcánicos.
  • Eje Cafetero y Valle del Cauca: las nubes de ceniza podrían cubrir grandes extensiones, afectando la salud, la agricultura y el transporte aéreo.
  • A nivel nacional: una erupción explosiva tendría impacto económico y social similar al ocurrido en 1985 con el Nevado del Ruiz, cuando la tragedia de Armero marcó la historia del país.

Se estima que más de 2 millones de personas viven dentro de la zona de influencia directa e indirecta del Cerro Machín.

Estado actual de monitoreo

El volcán se encuentra bajo constante vigilancia del SGC, con estaciones sísmicas y satelitales que registran la actividad interna. Aunque actualmente no hay señales de erupción inminente, se han reportado en los últimos años episodios de sismicidad y pequeños temblores asociados al sistema volcánico.

Las autoridades mantienen la alerta en nivel Amarillo (estado de inestabilidad), lo que significa que el volcán presenta cambios internos que deben seguir siendo observados.

El director de la Udegerd destacó que la preparación interinstitucional y regional es clave para minimizar los riesgos y proteger a la población. “El mensaje es claro: estar preparados hace la diferencia”, enfatizó Hidalgo, al resaltar la importancia de la articulación entre Gobiernos departamentales, entidades nacionales y la comunidad científica.

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