«Ojo por ojo, diente por diente», la historia de la mujer que recuperó la vista tras una cirugía en la que implantaron un diente en su ojo.
La historia de Gail Lane, una mujer canadiense que estuvo más de una década completamente ciega, ha dado la vuelta al mundo gracias a un procedimiento médico poco común que le devolvió la capacidad de ver: la cirugía es conocida como tooth-in-eyeosteo-odonto keratoprótesis -OOKP-.
Lane, oriunda de Victoria, Columbia Británica, Canadá, perdió la visión hace más de 10 años tras sufrir una reacción autoinmune a un medicamento contra las convulsiones. Su diagnóstico fue devastador: no había tratamientos convencionales que pudieran devolverle la vista, pues sus corneas resultaron dañadas. Sin embargo, la ciencia le abrió una nueva oportunidad.
¿En qué consiste la cirugía del “diente en el ojo”?
El procedimiento OOKP es considerado uno de los más extraños e innovadores de la oftalmología. Consiste en extraer un diente del propio paciente, tallarlo cuidadosamente y adaptarlo para que pueda sostener una pequeña lente óptica. El diente luego es colocado debajo de la piel de una mejilla para que el cuerpo lo recubra con tejido. Posteriormente, esta estructura se implanta en el ojo dañado para restaurar la capacidad de captar imágenes.
En Canadá, solo tres personas han sido sometidas a esta técnica, y Gail Lane se convirtió en una de ellas.
Un proceso de recuperación esperanzador
Tras la cirugía realizada en mayo de 2025, Lane comenzó a experimentar cambios graduales. Al principio, únicamente podía percibir luz y sombras. Sin embargo, con el paso de los días empezó a distinguir colores, formas y detalles.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando vio por primera vez el rostro de su pareja, quien también es ciego y a quien nunca había podido contemplar. Además, pudo reconocer la silueta de su perro y disfrutar nuevamente de paisajes cotidianos como los árboles o el cielo desde su ventana.
El caso de Gail Lane no solo representa un avance médico, sino también un mensaje de esperanza para millones de personas con ceguera irreversible. Aunque el procedimiento es complejo y costoso, su éxito demuestra que la innovación científica puede transformar vidasLane expresó en medios canadienses su emoción por recuperar algo tan simple, pero tan valioso como volver a ver el rostro de sus seres queridos.
