El Hospital Roberto Quintero Villa de Montenegro fue calificado por segundo año consecutivo (2016 y 2017) como «Sin Riesgo Fiscal y Financiero» por el Ministerio de Salud y Protección Social, gracias a la gestión adelantada por la gerente del centro asistencial, Myriam Bejarano Pulido, apoyada por el Alcalde del municipio Álvaro Hernández Gutiérrez y la Junta Directiva de la entidad.
La Gerente, que asumió el cargo el 1 de abril de 2016, encontró un presupuesto sobredimensionado para la realidad del Hospital, por lo que decidió iniciar un plan de choque de austeridad en el gasto, que ha rendido sus frutos.
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Además la junta directiva del hospital impartió las directrices financieras para hacer ajustes que evitaron el desangre que tenía la entidad.
«Entramos a apretar el cinturón sin olvidar la misión del hospital que es prestar servicios de salud. No podemos sacrificar la prestación del servicio, ni los indicadores de Calidad en la prestación de los mismos. Fue así que empezamos a aplicar la austeridad en el tema del consumo de bienes y servicios. También se trata de sensibilizar al personal en temas del manejo eficiente de los servicios públicos, insumos, combustible, papelería, víveres, productos de aseo, entre otros», explicó la Gerente.
La funcionaria dijo que esta política también busca que los empleados no se vean afectados por retrasos en sus salarios, pues el talento humano es primordial para un servicio de calidad. «Es verdad que a veces nuestros funcionarios se incomodan con esta austeridad, pero es algo que tenemos qué hacer, pues nosotros nos sostenemos de la venta de servicios a las EPS y estas nos adeudan cifras importantes», agregó.
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Y es que los hospitales públicos no reciben dinero del Estado ni de ninguna otra entidad gubernamental, por lo que deben sostenerse únicamente de los servicios que ofertan a las EPS, pero estas no son oportunas en los pagos, en las liquidaciones o incluso desaparecen dejando millonarias deudas.
Todo esto afecta la financiación del hospital, que a pesar de todo ha logrado ser calificado dos años consecutivos como Sin Riesgo, a pesar de que en 2015 se encontraba en Riesgo Bajo con peligro de pasar a Riesgo Medio, lo que lo hubiera llevado a aplicar un Plan de Saneamiento Fiscal y Financiero. La calificación fue notificada, a través de la Resolución 2249 de 2018 del Ministerio de Salud.
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