El hombre más tatuado de Brasil se arrepintió, borró sus tatuajes y ahora predica

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«Me transformé en una atracción como animal de circo»: El hombre más tatuado de Brasil que se arrepintió, borró sus tatuajes y ahora predica.

Durante años, Leandro de Souza fue reconocido en todo el mundo por una razón muy particular: tenía el 95% de su cuerpo tatuado. Su rostro, sus brazos, su torso… todo era parte de un lienzo viviente que él mismo fue diseñando desde los 13 años.

Pero hoy, a sus 42 años, este brasileño ha tomado una decisión que ha sorprendido a muchos: eliminar todos sus tatuajes y volver a ver su piel al natural.

Lo que antes lo convirtió en una figura popular en redes sociales, hoy lo describe como una “prisión visual”. Según sus propias palabras: “Me transformé en una atracción, como un animal de circo”.

Un proceso de transformación: de las drogas y la calle a predicar el evangelio

Su proceso de cambio no es solo físico, sino también espiritual. En los últimos años, Leandro encontró en la fe evangélica un camino diferente.

Atrás quedó una etapa marcada por el consumo de drogas, el dolor de un divorcio y una profunda crisis personal. Ahora, predica su testimonio en iglesias y busca ayudar a personas que, como él, alguna vez se sintieron vacías pese a estar rodeadas de atención.

Leandro no solo fue noticia por sus tatuajes, sino también por su transformación. En redes sociales, comparte el proceso de eliminación con láser, una técnica dolorosa, lenta y costosa. Cada sesión, que se realiza con intervalos de tres meses, lo acerca un poco más a su nuevo objetivo: volver a verse como cuando era niño.

Hasta abril de 2025, ha pasado por cinco de las ocho sesiones necesarias. Lo más impactante es que el tratamiento no solo borra la tinta, sino que, para Leandro, representa una «restauración de su dignidad». El rostro que antes estaba completamente cubierto de tinta, ahora comienza a mostrar su piel original.

¿Por qué alguien se borra todos los tatuajes?

Especialistas en salud mental y modificaciones corporales coinciden: los tatuajes extensos pueden ser una forma de protegerse emocionalmente o de enviar un mensaje al mundo. Pero ese mensaje puede dejar de representar a la persona con el tiempo.

“Los tatuajes pueden funcionar como una armadura emocional. Cuando la identidad cambia, esa armadura puede convertirse en un peso”, explica la psicóloga Elena Martínez, experta en imagen corporal.

De Souza es parte de una tendencia creciente: cada vez más personas están optando por eliminar tatuajes, ya sea por motivos profesionales, personales o espirituales.

En países como España, el mercado de eliminación de tatuajes creció más de un 34% en los últimos tres años. Y ya no es solo una decisión estética, sino también una forma de cerrar ciclos.

Más allá del láser y las sesiones médicas, lo que Leandro busca es paz interior. Hoy se siente más libre que nunca. Dice que ha encontrado algo “más grande que él mismo” y que su propósito es compartir un mensaje de esperanza:

«El primer paso es aceptar que no puedes hacerlo solo. Yo era un adicto, pero ahora tengo una nueva vida», concluyó.

Vea su historia en el siguiente video:

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