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¿Fue desmesurada la acción del Esmad contra los estudiantes uniquindianos?

Editorial


Una noticia publicada por este portal ha suscitado toda clase de comentarios a favor y en contra del titular y del copy (texto de la publicación en facebook) que acompañó dicho artículo noticioso.

180 Grados Quindío es un medio de comunicación que se caracteriza por su seriedad, pero sobre todo por denunciar siempre los abusos que se cometan contra la población, vengan estos de los gobernantes, de las autoridades, o de otros ciudadanos.

Es por ello que sostenemos nuestra aseveración de que el Esmad actuó de manera desmesurada contra los estudiantes que se manifestaban pacíficamente, y explicaremos las razones de nuestra posición tratando de ser lo más objetivos posibles.

Los estudiantes taponaron de manera prolongada la vía y es verdad que causaron incomodidades en la ciudadanía, pero la protesta no tuvo ningún atisbo de violencia. La manifestación es un derecho constitucional y las incomodidades que causa la protesta social hacen parte de convivir en sociedad. Es igual que cuando se desarrollan otras actividades como por ejemplo una cabalgata, en la que se cierran vías para que unos cuantos ciudadanos disfruten y exhiban sus equinos, con la respectiva incomodidad que causa en el resto de la comunidad.

Pero regresando al tema que nos atañe, desde este medio de comunicación entendemos que el Esmad debía retirar a los muchachos de la vía para que regresara el transito vehicular a la misma. En ningún momento hemos estado en desacuerdo con esa situación y comprendemos que el bloqueo ya se había extendido lo suficiente. Pero eso no significa que el despeje debía hacerse de manera violenta.

Agentes del Esmad dialogaron con los muchachos, como se evidenció en algunos vídeos que también circularon en redes sociales, y aunque vale la pena decir, no tuvieron el tiempo suficiente para socializar entre todos los manifestantes la manera como se retirarían de la vía, es de resaltar que sí hubo diálogo. Aunque en este se denotaron amenazas de judicialización contra los líderes estudiantiles sin que estos hayan hecho hasta ahora ninguna acción vandálica.

El problema estuvo en la manera como realizaron el desbloqueo. Como se evidencia en los vídeos, ante la primera granada aturdidora, (que fue lanzada de manera temeraria a la concentración de jóvenes, lo que pudo causar algún herido) los muchachos se dispersaron y corrieron hacia la universidad. No había ninguna necesidad de lanzar gases y tampoco más granadas aturdidoras. El orden no se logra causando el caos como hicieron los uniformados a quienes enviamos nuestro fraternal saludo, pero solicitamos reparar más en el uso de la fuerza contra la población.

Los jóvenes ya dispersos y con la vía desbloqueada se internaron en la universidad, pero los policiales llegaron hasta allí y lanzaron gases hacia el interior del alma mater. Una acción completamente desproporcionada, teniendo en cuenta que su misión era despejar la avenida y eso ya se había logrado.

El caos que causaron llevó incluso a que estudiantes que recibían clase a esa hora y que no hacían parte de la protesta, resultaran afectados por los gases. Funcionarios y profesores sufrieron también por la situación e incluso dos vigilantes mujeres tuvieron que ser hospitalizadas por problemas respiratorios.

No estamos de acuerdo con el uso desmedido de la fuerza por más que entendamos que la policía debía recuperar el orden en la avenida Bolívar. No cohonestaremos nunca con la violencia venga de donde venga y hacemos un llamado a los manifestantes quindianos a seguir protestando como vienen haciéndolo, es decir en paz y sin causar daños en propiedades públicas o privadas.

Todo nuestro respeto y admiración a la Policía Nacional y un agradecimiento porque en Armenia han tenido una actitud de acompañamiento a las manifestaciones ayudando a mantener la paz. El único lunar ha sido el acontecido en la Uniquindío este viernes y esperamos que ese sea el único que se tenga, pues tanto la policía como los manifestantes hacen parte de una sola nación y un mismo pueblo que día a día busca un país mejor.

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