El alto flujo vehicular en el municipio de Salento llevó este Viernes Santo a que la administración municipal tomara la decisión suspender el acceso de automotores al Valle de Cocora.
A pesar de la recomendación realizada por la Procuraduría en el sentido de implementar un pico y placa, no se tomaron determinaciones preventivas y la sobre carga de vehículos generó caos y monumentales trancones.
En contexto: Procuraduría pidió a alcaldes de Salento y Filandia la implementación de pico y placa vehicular en Semana Santa
El problema de movilidad en el municipio más turístico del Quindío ha generado grandes molestias entre los visitantes que querían apreciar y disfrutar de los sitios que la localidad ofrece. “Nos parece una falta de planeación por parte de las autoridades y no es justo que uno tenga que someterse a estar durante tantas horas estancado en un trancón sin poder disfrutar de las bondades de este destino”, dijo Roberto Narváez, turista procedente de Bogotá, en diálogo con periodistas del portal Los Juanes.
Y es que en enero pasado ya se había pasado por una situación similar en la que un monumental trancón colapsó la autopista del café a la altura de la entrada hacia el ‘municipio Padre’.
Este tipo de situaciones evidencia las casi nulas estrategias en materia vial y de transporte que la clase dirigente quindiana tiene con respecto a los municipios turísticos del departamento.
Diferentes propuestas se han hecho desde diversos sectores, pero ninguna ha prosperado dada la ineficiencia de los dirigentes del departamento. Se han propuesto parqueaderos en el sector de la Posada Alemana para que los visitantes estacionen allí sus vehículos y puedan movilizarse gratis o por una módica tarifa de pasaje, en buses y jeeps willis hacia Salento, disminuyendo el tráfico, las congestiones y el impacto ambiental a esta zona.
Se ha propuesto también un teleférico desde el mismo sitio donde estarían los parqueaderos, con estaciones en Boquía, Salento y Cocora, para disminuir también el tránsito de automotores y a su vez generar un nuevo atractivo turístico a la región.
Lamentablemente las propuestas se quedan en el papel y ni la Gobernación del Quindío, ni los congresistas en la Cámara de Representantes, ni los diputados, alcaldes y demás dirigentes políticos y del sector privado se han puesto el overol para hacer frente a esta situación, que como ya se dijo, se convirtió en una vergüenza quindiana a los ojos de todos los que llegan a pasar unas vacaciones supuestamente “alejados del estrés y los trancones de las ciudades más grandes del país”.
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