La aplicación de mensajería de más usada en todo el mundo es WhatsApp y en ella se comparte todo tipo de información tanto personal como laboral. Así que, la toma de pantallazos es una práctica muy frecuente y normal en las conversaciones, pero ante la ley puede que no sea legal.
Si bien es cierto que las capturas de pantalla han sido útiles como prueba para denunciar sobre un tema en específico y en ocasiones para hacer bromas o cosas similares. Dependiendo del contenido y la participación de las personas en la conversación, puede considerarse un delito siempre y cuando, lo que se está difundiendo dañe la integridad o el honor de otra persona.
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Un ejemplo es la difusión de pantallazos de nuestras conversaciones donde se comparten información relevante de carácter personal o archivos íntimos. Esta situación puede causar afectación en la persona y en su círculo más cercano.
Ahora, si usted comparte la captura de pantalla de una conversación en la que no ha participado, es considerado como delito, porque es la revelación y descubrimiento de secretos. Los responsables son quienes hacen uso de la plataforma.
Lo anterior es considerado un delito no tan grave, pero si ese pantallazo va más allá de una conversación privada y es publicado en una red social se convierte en clave para una sentencia.
Por lo tanto, se puede hacer captura de pantalla con tranquilidad, siendo responsables de no estar dañando o perjudicando a otras personas con la información adquirida a través de nuestras conversaciones.
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