Circasia honra con un monumento la memoria de sus excarretilleros y sus fieles compañeros tras culminar el proceso de sustitución.
En un emotivo acto cargado de memoria y gratitud, el municipio de Circasia rindió un homenaje sin precedentes a los excarretilleros que, durante décadas, fueron parte esencial del tejido económico y social del pueblo. Con la entrega oficial de un monumento conmemorativo, la Alcaldía reconoce el esfuerzo silencioso de estos hombres y de los caballos que los acompañaron en su labor diaria.
La obra, instalada en un espacio público del municipio, lleva grabados los nombres de cada excarretillero junto al de su caballo, un gesto cargado de simbolismo que dignifica una historia compartida de trabajo, sacrificio y transformación.
Este monumento no solo honra el pasado, sino que marca un hito en el presente: el 19 de julio de 2025, fecha en la que la administración municipal de Julián Peña concluyó el proceso de sustitución de vehículos de tracción animal, avanzando hacia un modelo más justo tanto para los trabajadores como para los animales.
El autor de la obra es el artista circasiano Samuel Henao, quien, con sensibilidad y respeto, materializó un proceso histórico de reconversión social y laboral. La pieza recuerda que detrás de cada carro tirado por un caballo había un rostro, una historia, una familia. Y hoy, esas historias encuentran un lugar de honor en la memoria colectiva del municipio.
Este homenaje no es solo un acto de reconocimiento: es una reafirmación del compromiso de Circasia con el bienestar animal, la dignidad laboral y el respeto por quienes forjaron caminos desde el esfuerzo diario.
Es también un legado para las futuras generaciones, que podrán ver en este monumento la prueba tangible de una comunidad que supo transformarse sin olvidar su historia.
El recuerdo indeleble de ‘País’, el carretillero circasiano que murió días después de la sustitución
Con profundo pesar, Circasia despidió a don Fernando Tabares, conocido por todos como el “País”, uno de los últimos carretilleros del municipio y símbolo viviente de una época en la que el trabajo duro y la humildad eran parte del día a día en las calles del pueblo.
A sus 84 años, don Fernando era una figura entrañable, respetada por su carácter noble y su amor incondicional por los animales. Durante décadas, recorrió Circasia al lado de su fiel caballo, transportando materiales, víveres y sueños, ganándose el cariño y la admiración de quienes lo veían como un ejemplo de dignidad y constancia.
Su partida coincide con un momento profundamente simbólico: la inauguración del monumento en honor a los excarretilleros, donde también aparece su nombre y el de su caballo, grabados para siempre como testigos de una vida dedicada al servicio y al cuidado.
Hoy en el ‘Municipio Libre’ se lamenta lamenta la ausencia de uno de sus personajes más queridos, pero también lo celebra, con la certeza de que su memoria vivirá en cada rincón del pueblo que ayudó a construir con esfuerzo y sencillez.
