Manuel Augusto Torres Sánchez tenía 21 años de edad cuando fue asesinado por soldados adscritos al Batallón de ingenieros número 8 Francisco Javier Cisneros del Ejército Nacional, quienes tras cometer el homicidio, presentaron al joven como integrante del frente 50 de las Farc.
El asesinato del joven campesino, que residía en el corregimiento calarqueño de Barcelona, ocurrió la noche del 29 de junio de 2008 en la finca La Cecilia de la vereda Río Verde de Calarcá.
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Según el relato de los soldados que participaron de aquel repudiable hecho, cerca de las 11:00 de la noche un grupo comandado por el teniente Juan Carlos Cepeda llegó hasta el río Santo Domingo y allí tuvo que enfrentarse con un grupo de hombres armados entre los que estaba el joven Torres Sánchez, a quien hicieron pasar como un alto cabecilla del frente 50 de las Farc.
El joven fue vestido con prendas del grupo al margen de la ley y lo hicieron portador de un revólver calibre 38, una granada de mano, un radio y 10 cartuchos para el arma de fuego.
La investigación sobre este hecho duró varios años y finalmente los abogados de la familia demostraron que los hechos no habían ocurrido como los relataron los miembros del ejército, y que Manuel Augusto, quien era bailarín de música folclórica, se encontraba solo en el momento del homicidio y no portaba ningún arma ni prenda militar.
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El Teniente Coronel César Augusto Barrios Reina comandante actual del Batallón Cisneros pidió perdón en nombre del Ejército Nacional a la familia Torres Sánchez. «La idea es reparar a las víctimas y devolverles la honra y el buen nombre» dijo en un acto simbólico en el que la mamá del joven, doña Laurentina Torres Sánchez recibió una ofrenda floral que representa las intenciones de no repetición de estos actos por parte de las fuerzas armadas».
La señora expresó que perdona a quienes mataron a su hijo pero pide que ninguna madre tenga que volver a pasar por esta situación. “Le pido al Ejército de Colombia no volver a cometer estos errores, yo no tengo rencor con el Ejército, ellos han hecho grandes obras, le pido a Dios de todo corazón que salgamos adelante”.
Los padres y hermanos de Manuel Augusto recibirán como indemnización 827 millones de pesos.