El pasado jueves 13 de abril de 2017 se apagó una de las llamas más brillantes del deporte colombiano. Ese día, mientras todos los medios se volcaban a cubrir la muerte del cantante Martín Elías, pocos se enteraron de que una joven triunfadora del deporte de nuestro país, moría víctima de un paro cardíaco.
Andrea Álvarez Arroyave, inició en el taekwondo -TKD- desde niña, aunque también adoraba la natación y en particular los clavados olímpicos, en los que obtuvo medallas de bronce juveniles. Luego, siguiendo el ejemplo de su padre, Andrea decidió dedicarse de tiempo completo al deporte de combate, en donde, después de conquistarlo todo en Colombia, llegó a ser la representante del país en el torneo Open Centroamericano de Nicaragua, en el que obtuvo tres medallas. También nos representó en el mundial de taekwondo que se desarrolló el año pasado en Perú.
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A la par con sus triunfos, Andrea cursaba décimo semestre de medicina en la Universidad Cooperativa de Colombia, en donde mantenía un alto rendimiento académico.
A sus 24 años, la joven manejaba tres idiomas y ya había alcanzado la cumbre de la carrera de muchos deportistas al coronarse campeona, representando a Colombia, en una competencia mundial. Fue una de las pioneras de una modalidad deportiva que hasta entonces había sido practicada en su gran mayoría por representantes masculinos.
Pero todo se acabó con su repentina y dolorosa muerte. Se encontraba con su familia cuando sufrió dos paros cardiacos repetidos y falleció. Según Miguel Ángel Molina, gerente de Indeportes Boyacá «Andrea venía un poco enferma, tenía algunos problemas de pérdida de peso, de estrés.»
El martes, a las 8:00 a.m., se realizó una eucaristía en Bello, Antioquia, en memoria de Andrea Álvarez. Sus compañeros deportistas realizaron un minuto de silencio en su honor durante un campamento en Sogamoso y está previsto un homenaje para el siguiente campeonato de TKD que se desarrollará en Bucaramanga, en el mes de julio. Todos los homenajes se quedan cortos para la grandeza de esta bella joven.
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Álvarez Arroyave era la esposa del también medallista mundial en TKD, Leandro Rodríguez. Él, consternado por la noticia de la partida de su ‘loquita’, dejó un mensaje en su cuenta de Facebook en el que dio las gracias por los mensajes y demostró su profundo dolor.
La muerte de Andrea es la segunda pérdida que sufre la Federación Colombiana de Taekwondo en el año. En febrero, Aber Berdugo Herrera, representante del departamento de Atlántico, sufrió un accidente de tránsito en el cual perdió la vida.
Berdugo, al igual que Andrea Álvarez, era una de las promesas con mayor proyección en el taekwondo colombiano. En el 2010 se había colgado la presea de oro en los Juegos Panamericanos Juveniles, y se perfilaba para ser una verdadera estrella.
Andrea y Aber ahora, como dicen sus familiares, “competirán desde el cielo”; su pronta partida dejó un vacío en el taekwondo colombiano y entre todos sus conocidos, que esperaban muchos más triunfos.
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